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Diario YA


 

¿Pueden mejorar la vida de los trabajadores los sistemas de control de accesos?

Cada vez más países europeos apuestan por este tipo de modelo de trabajo, que permite reducir las jornadas laborales en la mayoría de los casos

¿Quién no ha soñado alguna vez con salir antes del trabajo? Con la posibilidad de realizar el trabajo perfecto en el menor tiempo posible, y abandonar el espacio de empleo cuando las tareas están totalmente finalizadas. Esta idea es un poco utópica en España, puesto que por lo general la mayoría de las empresas todavía cuenta con una mentalidad arcaica, más propia del siglo XX que del siglo XXI.
Sin embargo, este tipo de idea de reducción de la jornada laboral sí que ha tenido un mayor calado en países europeos como Alemania, Dinamarca o Suecia donde los trabajadores tan solo trabajan el tiempo que necesitan, resolviendo así los problemas en pocas horas, sin necesidad de estar echando jornadas laborales de ocho y diez horas diarias.
Permanecer más horas en el trabajo no implica mayor rendimiento en el trabajador, y buena prueba de ello es la baja productividad de la mayoría de las empresas españolas si se comparan con las de otros países de la Unión Europea. En España trabajamos más horas que en casi ningún país europeo, sin embargo somos incapaces de convertir esas horas en el máximo rendimiento laboral.
Esta situación se suele producir en casos en los que las empresas no se modernizan, y se quedan bastante atrás con respecto a la innovación de las nuevas tecnologías. Todo por la mentalidad de muchos empresarios, que no quieren abandonar las técnicas y métodos tradicionales de trabajo del siglo XX.
Sin embargo parece que el contexto está cambiando poco a poco, sobre todo a raíz de la aparición de negocios especializados en el desarrollo de plataformas de control y acceso de trabajadores como esta empresa, que se dedica a la creación e instalación de sistemas de control de entradas y salidas de trabajadores.
Para que el empresario sepa cuál es el rendimiento real de los trabajadores en su jornada laboral, y a partir de ahí poder discernir qué medidas tomar de cara a aumentar la producción general del negocio.
 
Tipos de sistemas de control de accesos
Como ya se ha comentado anteriormente, los sistemas de control y acceso están bastante extendidos en algunos países europeos más desarrollados como Alemania o Suecia, en los que los trabajadores han visto como la conciliación de la vida laboral es posible con métodos modernos del siglo XXI.
Métodos de control completos y diversos, que van desde los sistemas de accesos más clásicos hasta los renovados sistemas de presencia. En el primer caso, los dispositivos de control se encargan de autorizar el paso a las personas correspondientes (a través de puertas, barreras o tornos), para evitar así que nunca se cuele alguien ajeno a la empresa. Es decir, es un sistema parecido al fichar de toda la vida, que con el paso del tiempo puede tener consecuencias en forma de reducción de las horas trabajadas.
En el segundo caso,  se utilizan dispositivos especiales que permiten llevar a cabo un seguimiento íntegro de la jornada laboral de los trabajadores. En este segundo caso se diferencian dos posibilidades, ya que por un lado están los controles biométricos (máquinas de huella dactilar o reconocimiento facial), y por otro los controles no biométricos (se utilizan otros elementos como tarjetas o bandas magnéticas).
En función de las características de la empresa conviene utilizar más un tipo u otro, pero lo que está claro es que gracias a ellos se facilitan todas las tareas de las diferentes áreas que componen el negocio.
 
¿Cómo se consigue la conciliación laboral?
Esta es una de las preguntas a las que más vueltas han dado los empresarios de todo el mundo en los últimos tiempos, ya que por lo general se tiende a pensar que los trabajadores del negocio tan solo sirven para trabajar. Una idea errónea que se está corrigiendo poco a poco, debido a que cada vez más empresarios y jefes intentan conciliar la vida profesional y personal de sus empleados.
Porque la salud física y mental de un trabajador es básica para poder rendir, y sin ella no podrá hacer frente a tareas complicadas derivadas de la jornada laboral. Si el trabajador no rinde, la empresa no produce; y en muchos casos esta situación puede acabar desembocando en el cierre definitivo del negocio.
Por ello, resulta fundamental que los empresarios presten mucha atención a las sensaciones y actitud de los trabajadores en su jornada laboral, para que estos estén cómodos y puedan rendir al máximo nivel en todo momento.