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Diario YA


 

Normalidad económica, pasteleo catalán y revolución social

¿Qué cabe esperar del gobierno Castejón?

Luis Losada Pescador

Voilá. Ya tenemos nuevo gobierno. No será un gobierno Frankestein ni un Frente Popular, sino “progre”, un poco más “progre” de lo que lo era el de Rajoy. Los perfiles profesionales son altos, con la excepción de Carmen Calvo. La experiencia del gabinete en el sector privado es escasa tirando a nula, por lo que deja poco espacio para pensar en políticas liberales. En cambio, la media de hijos del gabinete Castejón está muy cerca del nivel de reemplazo por lo que cabe albergar cierta esperanza de que habrá más sensibilidad hacia la familia.

En Economía no habrá cambios sustanciales. Castejón se comprometió a ejecutar los presupuestos Rajoy. Tampoco tiene mayoría parlamentaria para aprobar nuevas cuentas… Así que ha diluido el poder económico en cuatro ministerios para seguir al ‘tran-tran’. Eso sí, ya se anuncia la eliminación de la reforma laboral que permitió amortiguar la destrucción de empleo. Barato porque la economía ahora crece y probablemente ya no sea tan imprescindible.

La nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, quiere subir el sueldo un 10% en 3 años. Con una inflación del 2% anual se trata de una subida real del 4%. No es exagerado. Y probablemente sea razonable tras la devaluación competitiva sufrida en España.

Más peligro tiene que traten de extender el impuesto de Sucesiones andaluz a toda España. Un impuesto injusto porque grava un patrimonio por el que ya se pagó. Y un impuesto antifamiliar porque interpreta los traspasos padres-hijos como si estuvieran sometidos a mercado. En todo caso, el ‘carajal autonómico’ probablemente impida que esta voracidad se lleve a cabo.

Vayamos al tema nacional. El nombramiento de Borrel es interpretado como una agresión por parte de los catalanistas. Sin embargo, Borrell fue quien llamó “turbas” a los catalanes que pedían prisión para Puigdemont… Que sea una PSC, Meritxell Batet, la nueva ministra de Administraciones Públicas, hace temerse lo peor. Batet es partidaria del ‘indulto’ a los presos por sedición. La Justicia a los pies de los caballos…

Así que Castejón afrontará el tema catalán a lo PSC, “una ambigüedad con patas”, en palabras de Girauta. Por una parte, el ‘jacobino’ de Borrell, más estético que real. Cortocircuitará el proyecto internacional del catalanismo. Más que Dastis -era fácil- aunque menos que Margallo. Pero más allá de las palabras, no gestionará la crisis interna. Para eso está Batet. Llega el ‘apaciguamiento’ en versión original.

En materia social es donde cabe esperar más presión: disolución de la Fundación Francisco Franco, retirada de la medalla pensionada a Billy el Niño, posible indulto al ex juez Garzón, ataques al Valle de los Caídos, propuesta para eliminar la asignatura de Religión, permitir de nuevo que las menores puedan abortar sin el permiso de sus padres, ley mordaza para los que defendemos el matrimonio hombre-mujer, ‘resurrección’ de la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía, etc

La estrategia es sencilla. Podemos ha quedado arrinconado, sin tocar un poder que ansiaba. Firmó un cheque en blanco y se quedó sin nada. Y sin energías para reclamarlo. El fantasma del ‘sorpasso’ ha quedado olvidado. Ciudadanos también se ha quedado con la broncha en la mano. Su gran bandera, España, ha quedado arrebatada con el nombramiento de Borrell. Y el PP se encuentra en plena ‘guerra civil’ entre ‘sorayistas’ y ‘cospedales’. Así es como un partido con 84 diputados logra acceder al gobierno y ‘resucitar’. La experiencia es un grado.

El anzuelo del pescador

Cospedal ganó. Una dimisión de Rajoy habría dificultado -y mucho- la investidura de Castejón. Pero habría convertido a Soraya en presidente. Por eso los ‘cospedales’ rodearon a Rajoy y le convencieron de que la dimisión no arreglaba la situación. Ahora los ‘sorayos’ hacen campaña para que Soraya presida el partido. Tarde.

Pacto PP-PSOE. Hay quien sostiene que lo ocurrido es fruto de un acuerdo del PP y el PSOE para arrinconar a Ciudadanos y Podemos. Confunden el efecto con la causa.

Iván Redondo. Es el asesor aúlico de Castejón, el hacedor de Monago. En el PP no le valoraron y hoy es jefe de gabinete en Moncloa. El talento fluye.

 

Etiquetas:Pedro Sánchez