¿Qué entiende Pajín por resposabilidades?
Miguel Massanet Bosch. No sé muy bien el porqué, pero a la señora Leire Pajín siempre me la imagino vestida de punto en blanco y con el puño cerrado cantando, con la devoción de la más fiel acólita, la Internacional. Es, sin duda, la imagen perfecta de este socialismo que nos gobierna que es una simbiosis de sectarismo, al estilo del sistema soviético de la antigua URRS, y de la desvergüenza elevada a la enésima potencia, gracias a la cual se antepone al bien general el individual como si, quien pretendiera aleccionar a los ciudadanos respecto a su comportamiento, sus obligaciones para con los demás, la necesidad de sacrificarse para salir de una situación difícil o la urgencia de apretarse el cinturón, para colaborar al resurgimiento de la nación; estuviera dispensado, por una bula especial otorgada a quienes tienen el mando, de aplicarse a sí mismo el remedio que recomienda a sus fieles vasallos. A la señora Pajín, que tan ostentosamente nos hablaba de la época de gran lucimiento para España, cuando el señor ZP esperaba ansioso ocupar la presidencia de la UE; y, tan poéticamente, nos anunciaba un “acontecimiento planetario” cuando llegara el momento del gran encuentro Obama-Zapatero; parece que sus fracasos como pitonisa no le han afectado en lo más mínimo y sigue en la brecha, con más moral que el Alcoyano, como si los acontecimientos que están llevando al PSOE a las catacumbas de la política y lo condenan a los bancos de la oposición; no le causaran mella y estuviera convencida de que, ella sola, sería capaz de convencer a los 4.600.000 parados de que, con un pedazo de pan y un poco de agua es como se puede disfrutar, más intensamente, de la más alta espiritualidad.
Esta pizpireta muchacha, esta moza que no quiere admitir que gana el doble de lo que vale y que continúa ocultando a los ciudadanos lo que ha ocurrido con su madre, que tuvo que renunciar a su cargo por “desobedecer” las normas del partido, en una cuestión de transfuguismo y, no obstante, parece que, al menos de hecho, sigue metida en el engranaje del PSOE, siendo muy probable que se presente de candidata en las próximas elecciones autonómicas. Nadie puede negar que la muchacha tiene un sobresaliente cum laude en cuanto a la asignatura preferida de nuestro Gobierno: la demagogia. Lo que sucede es que, tanto ella como la vicepresidenta de la Vogue, señora De la Vega; mientras hablan de las conquistas del socialismo, se muestran a sus oyentes con el aspecto del más descarado capitalismo, acudiendo a los mítines con vestuario que bien lo quisieran para sí muchas de las señoras que militan en el PP. Pero, sobre estas contradicciones de los que predican lo que no creen, el ensayista F. Bacon, sentenció:“¡Cuán mezquino fin de las acciones de un hombre: él mismo!”. Y es que existe un vocabulario, muy limitado por cierto, al que se aferran los ministros del Ejecutivo que les sirve de comodín para cualquier situación ante la que se vean incapacitados para dar una respuesta razonada que, hasta ahora, les ha dado resultado.
En estos últimos tiempos, cuando parece que la señora De la Vega sólo se dedica a tomarse vacaciones en Nueva York y en paradisíacos países tropicales y, evidentemente, no parece tan agresiva como antes; la señor Pajín la viene sustituyendo aunque, no por ello, deja de utilizar los mismos recursos de lo que podríamos calificar su “abuela” de la política. Porque, aclarémonos, nos gustaría saber, aparte de repetirlo en cada ocasión que se le presenta, lo que entiende esta política, portavoz del PSOE, por “asumir responsabilidades” o “arrimar el hombro” u “oportunistas políticos que no saben de propuestas sino de ocurrencias”. Una cosa es largar la frase para una audiencia predispuesta a aceptarlas, sin entrar en su verdadero significado de ellas, y otra es que pretenda que los ciudadanos españoles se traguen semejantes sapos. ¿Deberemos entender que retrasar la aplicación de medidas contra la recesión, negándola, es lo que entiende por asumir todas las responsabilidades? o, ¿prometer mejoras sin fin, para luego no poder cumplir lo prometido, como en el caso de la Ley de Dependencia, es asumir sus responsabilidades?, ¿prometer dos millones de nuevos puestos de trabajo y luego llegar a los 4.600.000 desocupados, es asumir las responsabilidades? o, llevar, a causa de un mal gobierno, a España a la situación de bancarrota de la que nos ha tenido que salvar la UE, es asumir sus responsabilidades? Seguramente que se referirá, la vocera del PSOE, a las “responsabilidades” que se les van a exigir por los ciudadanos españoles por haber conducido a un país próspero a una situación límite como nunca, desde la llegada a democracia, había ocurrido.
Sin embargo, habla la señora Pajín, intentando pasar la responsabilidad de gobernar, al PP, diciendo que: este partido de derechas no apoya al Gobierno, no “arrima el hombro”, “no aporta ideas y sólo hace que adoptar actitudes negativas”, porque lo que busca es llegar a gobernar. Pues muy bien, si el Gobierno, con sus errores, su partidismo, su empecinamiento, su negativa a adoptar las medidas que, desde la oposición, se le han propuesto; manteniendo su empeño en gobernar sólo y, para más INRI, hasta desde dentro del mismo PSOE han salido avisos que han sido despreciados por señor ZP, que se ha negado a rectificar el rumbo de su política económica, desoyendo los consejos de personalidades como: Solbes, Solchaga, Almunia, Sevilla, y otros muchos, para optar por políticas que crearan puestos de trabajo y las ayudaran a ser más competitivas, para salir del letargo en el que estamos inmersos. Una de las principales causas de nuestro estancamiento está en nuestro mercado laboral, regido por un sistema obsoleto que requiere de una drástica transformación y que, por miedo del Gobierno a enfrentarse con los sindicatos, se está retrasando peligrosamente para nuestro devenir económico. ¿Cómo, señora Pajín, puede pedir que se arrime el hombro, para apoyar una política que está a años luz de lo que precisa nuestra economía? ¡Sería una locura y una irresponsabilidad! Claro que, el sectarismo, le puede a esta señora.
Llamar “oportunistas políticos que no saben de propuestas”, nos parece un chiste de mal gusto. Aquí, en España el mayor oportunismo político se dio cuando, a raíz del atentado del 11M del año 2004, los socialistas salieron a la calle, asaltaron oficinas del PP, incumplieron las normas impuestas por la ley Electoral y lanzaron toda clase de injurias, calumnias y mentiras contra el adversario político, con tal de hacerse con el poder, ¿hay mayor oportunismo que éste? Han demostrado, con sus hechos, con sus política, con sus exclusiones, con sus trucos y con el desprecio por las leyes (con el inapreciable concurso de fiscales, jueces estrellas, y de toda la parafernalia de la llamada progresía y la farándula), ser los mayores “oportunistas” y los que se han forrado ejerciendo la política. Los del PSOE, que no sólo han incurrido en casos de corrupción o malversación de dineros públicos (caso Pretoria, Andalucía, Chávez), sino que han negociado, a espaldas del PP, con ETA; han incumplido el Pacto de Toledo al congelar las pensiones sin haberlo convocado y han traicionado a España, como en el famoso caso Faisán, que parece tramitarse a cámara lenta mientras el caso Gürtel corre más que el AVE. Hay que tener cara de cemento armado para atreverse a hablar de responsabilidades y reprochar a la oposición no ayudar cuando, por el pacto del Tinell, se la ha tenido excluida, voluntariamente, de la actividad parlamentaria. Es hora de acabar con esta situación, señores, ¡España no puede resistir dos años más de gobierno del PSOE!