¿Qué hacemos con los niños en verano? Esta frase nos la repetimos en todos los hogares Españoles cuando se acercan las vacaciones. Si ya es complicado conciliar familia y trabajo durante el curso escolar,  cuando los niños no van al colegio… Campamentos, abuelos, pueblos, canguros… pueden ser parte de la solución, pero no es suficiente. Los niños quieren estar con sus padres y viceversa.

Será importante saber que lo fundamental no será la cantidad del tiempo que pasemos con ellos, si no la calidad del mismo. Así pues, los niños valorarán mas ese momento de ocio que puedan pasar con sus padres que una un montón de horas, planificadas con sus padres, pero llenas de actividades, recados o tareas.
Después llegarán las vacaciones y, sí, se puede conciliar familia y vacaciones. Pero ¿Cómo?
Deberemos ayudar a los niños a que aprendan que después de trabajar, ir al colegio, tras un esfuerzo y sacrificio, llega la recompensa en forma de vacaciones. Las vacaciones serán ideales para neutralizar esos momentos o estados de ansiedad y estrés más identificables en edad adulta. Las vacaciones fundamentalmente deben estar asociadas al ocio. El ocio debe ser planificado y no descontrolado. Y mantener unas rutinas básicas como la alimentación, el tiempo de descanso o la higiene del sueño, será muy beneficioso para el niño, para el disfrute del mismo y su equilibrio emocional. Un niño descontrolado y cansado no disfruta del mismo modo que los que mantienen rutinas y están descansados. Que nuestros hijos aprendan a descansar será necesario para su correcto desarrollo evolutivo.
Enseñarles a disfrutar de la tranquilidad será igual de importante que enseñarles estímulos nuevos realizando actividades que en otras circunstancias, o que por falta de tiempo no pueden llevarse a cabo. Interaccionar con otros contextos como por ejemplo el campo, realizar actividades al aire libre, acuáticas, o con elementos como el agua (con pistolas de agua  o vaporizadores), les sacará de lo cotidiano y les enriquecerá. Cocinar junto a sus padres, leer en compañía, hacer manualidades,  visitar sitios nuevos,… serán algunas de las actividades que se pueden hacer en familia. Las vacaciones de verano será un buen momento para que los miembros de la familia aprendan a convivir.
Huir de la sobrecarga de actividad a la que están sometidos los niños durante el curso, o de la actividad puramente académica, serán algunos de los objetivos a perseguir sin que sea necesariamente negativo el hecho de que los niños repasen ciertos conocimientos adquiridos durante el resto del año. De hecho, llevar a cabo cierto repaso será beneficioso para la asimilación de estos conocimientos.
Que padres e hijos compartan actividades gratificantes de ocio será enriquecedor y muy satisfactorio para ambos. Realizar actividades que combinen la parte lúdica con el desarrollo de las relaciones sociales y emocionales, con la estimulación cognitiva a través de lo sorprendente, el conocimiento, aprendizaje y la motivación, generando ciertas pautas con normas y límites, todo ello en la unidad familiar, será un legado de futuro para las relaciones entre padres e hijos.
Será recomendable, a su vez, que los padres sean capaces de disfrutar y tener ocio, en pareja, sin la compañía de los hijos. Aprovechando el poder dejar a los niños al cuidado de los abuelos, un amigo, algún otro familia o persona de confianza. Que la pareja disfrute de momentos, favorecerá a modo individual la descarga de estrés y posible ansiedad generados por el trabajo y el día a día, y a nivel de pareja fortalecerá la conexión emocional entre ambos y la unión. De este modo también se beneficiará el ambiente familiar.
Por último, que cada miembro de la pareja sea capaz de poder disfrutar de un ocio a modo individual, sabiendo que los niños están siendo cuidados por el otro miembro de la pareja, será muy gratificante a nivel personal. Contar con un momento a la semana para uno mismo sabiendo que los hijos están al mejor cuidado, será relajante y reconfortante.
Ahora bien, ya teniendo respuesta a nuestras preguntas, volvemos a formularlas ¿Qué hacer con los niños en verano? ¿Es posible conciliar Familia y vacaciones?
 Sí se puede.
Autora: Marta Camacho Calvo, psicóloga de Psicomaster