Jesús Asensi Vendrell. Algunos afirman que, para controlar a la sociedad y así perpetuarse en el poder, el Gobierno de turno ha de imponer su ideología en la escuela y en el ámbito familiar.
Por eso, si hacemos caso de esa teoría, no nos extraña para nada que el señor Zapatero paralizase la LOCE, la ley educativa del Partido Popular, a las dos semanas de asumir la presidencia del Gobierno y sin tener una ley alternativa, que llegaría dos años después con esa nueva asignatura ideológica llamada “Educación para la ciudadanía”, ésa que pasa por encima del parecer de los tutores de los niños.
Por eso, si hacemos caso de esa teoría, no nos extraña que el señor Zapatero aprobase la Ley del Divorcio “exprés”, ésa que permite la destrucción de un matrimonio sin alegar motivo alguno, de forma unilateral y sin necesidad de tener un tiempo de reflexión.
Por eso, si hacemos caso de esa teoría, no nos extraña que ZP impulsara, en contra del sentido común y de la ley natural, la aprobación del mal llamado “matrimonio homosexual”, ése que ha desvirtuado la institución familiar y que ha impedido a los niños adoptados por esa clase de unión disfrutar de su derecho a tener un papá y una mamá.
Por eso, si hacemos caso de esta teoría, no nos extraña que Zapatero quiera despenalizar el aborto, convertirlo en un derecho femenino que discrimina al hombre y que permite a las chicas de 16 y 17 años abortar sin necesidad de informar a sus padres.
Y es que la desmembración de nuestra sociedad parece ser un objetivo prioritario para el señor ZP, acentuada además por esta grave crisis económica que ha dejado a muchas personas sin trabajo, sin la posibilidad de sentirse útiles y de esforzarse por ser cada día mejores.
Y menos mal que aún nos escandalizamos cuando nos enteramos de las agresiones sexuales que se están dando en nuestro país a manos de unos menores de edad, esos mismos que se están educando en nuestros colegios e institutos, donde les “instruyen” en el uso correcto de anticonceptivos de todo tipo; incluida esa pastilla abortiva del “día después” que gracias a ZP podrán conseguir siempre que lo deseen; donde les animan a disfrutar del sexo con una única restricción: hay que evitar a toda costa el embarazo y alguna que otra enfermedad.
Y es que ya va siendo hora de que se legisle una Ley de Educación sin carga ideológica y que ponga énfasis en la clave para una buena formación: los padres deben ser los protagonistas primeros en la educación de sus hijos y la escuela un apoyo a la misma, y no al revés.
Y es que ya va siendo hora de proteger lo más valioso que una sociedad tiene y que es la familia. Pues una sociedad progresará de verdad si está formada por familias sanas, por familias unidas e involucradas del todo en la educación de sus hijos.