Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. Delegado en Levante de Diplomacia S. XXI. Con ocasión del 175 Aniversario de la Cartografía Oficial, cuya elaboración tenía como marco de trabajo toda la Península Ibérica, la Diócesis de " Hispania ", como realidad única e indisoluble en lo histórico y cultural, basada en sus raíces cristianas, voy ha recordar el servicio que presta el Instituto Geográfico Nacional, trabajo abarcador de las regiones que ocupaban los antiguos reinos cristianos peninsulares: Portugal, Castilla y Aragón, siendo éstos amparo a su vez de otros reinos como por ejemplo el de Valencia, Murcia, Navarra o Granada.
Sus funciones son:
Radioastronomía y Astronomía.
Geodesia espacial y estudios geodinámicos.
Sistemas de detección y comunicación de los movimientos sísmicos.
Trabajos y estudios sobre la sismicidad y la coordinación sismorresistente.
Sistemas de vigilancia y comunicación de la actividad volcánica.
Realización de trabajos y estudios en materia de gravimetría, volcanología y geomagnetismo.
Desarrollo tecnológico y operativo.
Redes geodésicas terrestres de ámbito nacional, red de mareógrafos, así como el desarrollo de aplicaciones sobre sistemas de navegación y posicionamiento.
Planes nacionales de observación del territorio con aplicación geográfica y cartográfica, así como la explotación de modelos digitales del terreno a partir de imágenes aeroespaciales.
Conservación y actualización de los fondos bibliográficos de la cartografía histórica  y de la documentación técnica.
Y por último, definición del marco estratégico conjunto y de los proyectos nacionales e internacionales. Según el Real Decreto 1071/2007 de 27 de julio, por el que se regula el sistema geodésico de referencia oficial, toda la cartografía tiene que estar, a partir de 2015, en el Sistema de Referencia Terrestre Europeo.
Ha quedado demostrada la amplísima cantidad de funciones que tiene encomendadas el Instituto Geográfico Nacional y la deuda que tenemos con sus trabajadores, investigadores y científicos en la actualidad. Ahora bien, no sólo con ellos sino con los que hace 175 años iniciaron un Proyecto Global Peninsular, donde la realidad común entre los reinos peninsulares era el marco y objetivo, pues los intereses eran comunes, y las raíces, historia y cultura también lo eran; y lo siguen siendo en la actualidad pues hay proyectos comunes que exigen la unión peninsular, como son no sólo la seguridad y la defensa frente al islamismo y a los grupos de crimen organizado, sino también la prosperidad comercial, las relaciones con américa y el ser nexo con ella en el extremo suroccidental del continente euroasiático, creando un núcleo y centro cultural histórico de tradición cristiana latina con efecto en todo el mundo, como se tenía entonces esa visión evangelizadora, y con efecto especial de influencia en el Magreb, la antigua provincia " Mauritana ", que el islam y la ausencia de la Verdad de Cristo la está arruinando, y también influencia en todo el mundo de lengua española para que así se pueda decir de nosotros que hemos " desarrollado el talento que se nos dio  y que cuando vuelva el Hijo del Hombre halle la fe sobre la tierra ".