2,40 por cada euro
Pedro J. Piqueras Ibáñez. La Conferencia Episcopal Española acaba de presentar su memoria económica anual y los resultados son elocuentes. El dinero que la Iglesia destina a las diferentes necesidades, desde las pastorales hasta las asistenciales pasando por el cuidado del patrimonio o por la misión ad gentes está gestionado de tal manera que rinde mucho más. El secreto es que, si los mismos trabajos desinteresados que lleva a cabo la Iglesia, se cobrasen a precio de mercado, serían 2,4 veces más caros.
Los cálculos son estos: con los criterios de gratuidad de los recursos y de eficiencia en su uso, las diversas actividades pastorales, sacramentales y de atención personal ofrecidas por la Iglesia cuestan 807 millones de euros. Si se costeasen a precios de mercado rondarían los 2.000 millones, de modo que, en esas múltiples labores, la Iglesia ahorra 1.126 millones. O, lo que es lo mismo, cada euro le cunde como 2,40 euros.
Es la realidad de la multiplicación del dinero en la Iglesia movidos por el amor que miles de hombres y mujeres ponen cada día en su trato con los demás, en iglesias, en colegios, en comedores sociales, en las misiones, en lo más recóndito de aquel lugar donde hay un cristiano, hace que cada euro que le llegue se multiplique por más del doble. Por lo tanto, el titular no estaba equivocado.