29 de marzo: El Derecho a Trabajar de los Españoles
Casi podemos oír como se frotan las manos CCOO-A y UGT-A con las movilizaciones del domingo en varias ciudades andaluzas en contra de la reforma laboral. Los sindicatos ven reforzada su confianza, augurando un rotundo éxito para la huelga general del 29 de marzo.
Las declaraciones de Francisco Carbonero, secretario general de CCOO-A, quien asegura que los trabajadores "no han perdido ni van a perder nunca la dignidad y lo vamos a demostrar con movilizaciones constantes" advirtiendo que el día 29 de marzo "será una gran huelga general donde la gente vencerá el miedo que le meten en el cuerpo porque sabe que nos estamos jugando mucho, nuestra dignidad como trabajadores y como personas, y el Estado del Bienestar" serían contundentes e incluso ilusionantes si no fuera porque parecen observar la realidad española actual ya no desde una óptica diferente, sino más bien cabría decir que desde otro planeta.
Convendría recordar al Sr. Carbonero que no existe efecto sin causa. Que la España de hoy se mueve en una realidad económica catastrófica heredada por la nefasta gestión desarrollada por el Gobierno de Zapatero. Quien, movido por una obsesiva “Alianza de civilizaciones” y demás batallitas anticlericales y antivalores, no parece que sufriera grandes desvelos por el progreso económico de los españoles. Por no hablar de la crisis moral o de la poco favorecida imagen de España en el extranjero.
En cambio, sí que heredó nuestro anterior Presidente del Gobierno una economía saneada, bien distinta a la que él dejó. Que le permitió vivir con desahogo la primera legislatura, o como se dice popularmente, “de las rentas”. Y sobrevivir a la segunda, aunque, eso sí, faltando a la verdad a los muchos españoles que por creer en sus palabras se metieron en hipotecas, negocios e inversiones de todo tipo pensando que no pasaba nada. Algo que seguramente no hubieran hecho si conocieran la que se les caía encima. Si conocieran lo que el Sr. Zapatero ya conocía muy bien.
Pero, en fin, Sr. Carbonero, no es que a la gente de bien no le guste la defensa de la dignidad del ser humano. Sino más bien que convendría realizar un ejercicio de prudencia mirando a nuestro alrededor para preguntarnos si realmente es una huelga general lo que necesita ahora España.
Y, seamos justos. Seamos o no del PP. La crisis es una situación que este partido ha heredado. Y, para salir de la crisis, tendremos que hacer juntos todos los españoles un gran esfuerzo.
No sirve de nada quejarse a destiempo. ¿Dónde estaban los sindicatos estos últimos ocho años? ¿Por qué no dijeron nada de las gestiones del Gobierno de Zapatero? ¿Por qué hablan ahora?
Reflexionemos y construyamos. Vayamos a trabajar el próximo 29 de marzo. Porque es nuestro derecho y además es nuestra obligación. Como trabajadores. Como españoles. Como gente de bien.