El sector tecnológico no para de evolucionar, y cada vez lo hace más rápido. Los avances que se dan en este campo son más grandes, más veloces y su impacto es más y más fuerte. Solo hay que ver lo que ha cambiado la Inteligencia Artificial en tan solo un año, y lo que podrá conseguir en menos de un lustro.

Esto es algo muy positivo, pero también muy negativo para las empresas. A cada nuevo paso que da la tecnología aparecen nuevas herramientas para que los hackers rompan con las medidas de seguridad de los negocios y pongan en peligro tanto su información como su funcionamiento. De hecho, la situación actual en el campo de la ciberseguridad tiene 4 tendencias claras que obligan a actualizarse de inmediato para poder seguir operando de forma segura.

Las pautas de la nueva ciberseguridad en 2024/2025
Toda empresa debe contar con un equipo de servicios IT profesional como Alhambra IT, especialistas en cloud computing y ciberseguridad, y más en la situación actual. El gran cambio de paradigma tecnológico del momento lo protagoniza la Inteligencia Artificial, y eso es algo que los atacantes ya están aprovechando a su favor. Gracias a la IA están replicando los canales oficiales de empresas de seguridad, creando todo tipo de contenidos para engañar a los consumidores y profesionales para que caigan en estafas de phishing. Por eso, es fundamental educar a los empleados en estas amenazas y en cómo proceder en cada caso.

Pero la IA también se puede aprovechar para reforzar las defensas de una empresa. Los nuevos algoritmos de estas inteligencias son capaces de detectar cualquier amenaza mucho antes de que se convierta en un peligro real, construyendo plataformas de alerta temprana que pueden hacer de cortafuegos. La presencia de mayor dispositivos conectados a internet (IoT) supone también la presencia de más posibles huecos por los que terceros pueden colarse en un negocio, y eso exige contar con más medidas de protección. Asimismo, todo este contexto ha supuesto la proliferación de ciberseguros, pólizas diseñadas para compensar a las empresas en caso de sufrir ciberataques dañinos.

Es un campo difícil, porque supone cubrir elementos intangibles y también exige a los clientes cumplir con unas pautas clave de seguridad para poder establecer unos precios razonables, pero poco a poco se está asentando y las empresas ya se están lanzando a ello. Son conscientes de lo valiosa que es la información en la actualidad.

Estas pautas son las que están marcando el mundo de la ciberseguridad en la actualidad, y son la principal razón por la que toda empresa debe actualizarse cuanto antes. Esta es una carrera de fondo en la que cada paso cuenta, y estar siempre a la última puede marcar la diferencia entre seguir y crecer o quedarse atrás y caer al vacío. Las amenazas digitales son cada vez más grandes y más peligrosas y los negocios tienen que hacer frente a peligros que se extienden por más medios y que cuentan con más herramientas a su favor. Por suerte, esta es una moneda de dos caras, y cada avance tecnológico supone más riesgos, pero también más formas de combatirlos.