Según las cifras oficiales, 65 personas murieron ayer al estrellarse un avión de pasajeros kirguizo en el aeropuerto de Manas, a las afueras de Bishkek, la capital de Kirguizistán, según informaron las autoridades. El aparato se incendió poco después de despegar del aeropuerto con destino a Irán.

   De momento las cifras oficiales son contradictorias, pero 24 de las 94 personas que viajaban en el aparato, un Boeing 737-200 de la aerolínea kirguiza Itek-Air, lograron sobrevivir al incidente. En total había 87 pasajeros y siete tripulantes, dos de los cuales lograron sobrevivir, según un portavoz del Gobierno.

   Sin embargo, otro portavoz, en esta ocasión del Ministerio de Sanidad, Yelena Bayalinova, indicó que los fallecidos son 65, que hay tres personas desaparecidas y 24 supervivientes, cifras que suman 92 personas en total, dos menos que las indicadas por la fuente anterior. El Ministerio de Sanidad publicó más tarde una lista de 22 supervivientes, ocho iraníes y catorce kirguizos.

  Las autoridades apuntan a que la violencia de las llamas fue tal que es probable que muchas de las víctimas no puedan ser identificadas. "Cuando el avión se incendió una de sus puertas estaba bloqueada y todos se dirigieron apresuradamente a otra puerta", indicó un portavoz gubernamental. "Hubo una estampida y muchos de los que iban a bordo no podrán ser identificados mediante pruebas de ADN, simplemente quedaron carbonizados", dijo.

   El aparato pertenecía a la empresa kirguiza, pero había sido contratado por una empresa iraní para un vuelo chárter con destino a Teherán. "Despegó e informó de un problema técnico e intentó regresar al aeropuerto", declaró una portavoz del aeropuerto de Manas, situado a unos 30 kilómetros de Bishkek.

   Un portavoz gubernamental reveló además que en el avión viajaban 17 adolescentes de un equipo juvenil de baloncesto kirguizo. Siete de ellos sobrevivieron y se encuentran ingresados en un hospital.

   Varios dirigentes kirguizos con el primer ministro, Igor Chudinov, a la cabeza se desplazaron hasta el lugar del accidente, donde se celebrará una reunión de emergencia de responsables y altos funcionarios.

   Chudinov indicó que los primeros informes apuntan a que el avión sufrió una despresurización repentina de la cabina, lo que obligó al piloto a solicitar el aterrizaje de emergencia. El primer ministro reveló además que en el avión había ciudadanos de China, Turquía, Irán y de Canadá.

   La Policía acordonó el lugar del siniestro. El aeropuerto está situado junto a una base estadounidense que utiliza parte de sus pistas para operaciones logísticas y de apoyo a las fuerzas norteamericanas desplegadas en Afganistán.

   Trabajadores del aeropuerto que vieron los restos del avión aseguraron que la cola es la única parte del mismo que quedó intacta. El ministro de Transportes, Nurlan Sulaimanov, indicó que el avión, construido en 1979, estaba en buenas condiciones y que había pasado una revisión. Sin embargo, la compañía propietaria del aparato, Itek-Air, está incluida en la lista negra de aerolíneas que tienen prohibido operar en la Unión Europea.