Victor Alvarado

Para los cineastas que están más pendientes de las subvenciones que de la dirección de una película, 7 cajas demuestra que se puede hacer un producto notable con un exiguo presupuesto. La cinta ha sido la más taquillera de la historia de Paraguay, obteniendo varios premios entre los que destacan el Premio Cine en Construcción del Festival de San Sebastián, el premio Euskal de la Juventud, así como una nominación a los Goya a la Mejor Película Iberoamericana.

En él se cuenta como un carretillero de Mercado 4 de Asunción debe transportar una misteriosa mercancía para poder recibir un billete de cien dólares, que le permita comprarse un móvil. El trabajo parece fácil. Sin embargo, el tema se complica porque una gran cantidad de personas le persiguen sin un motivo aparente.

La dirección corre a cargo de dos expertos en el cortometraje como Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, que debutan con 7 cajas, demostrando que, con muy pocos medios, se puede hacer un thriller en toda regla. Las fuentes de inspiración de Maneglia son Tarantino, Brian de Palma, los hermanos Coen y Alfred Hitchcock. El largometraje mantiene siempre el ritmo porque en el momento en el que la intriga decae el humor blanco o negro le toma el relevo. Quien esté acostumbrado a las espectaculares escenas de acción del cine americano puede quedar decepcionado, pero estos directores tienen la virtud de que esas escenas, aunque más simples, sean más realistas sin perder en calidad, con lo que el espectador puede sentirse más identificado con los personajes. El único punto negativo es que está subtitulada, ya que el castellano que se utiliza no es muy ortodoxo y algunos personajes usan un idioma propio de la población indígena, el guaraní.

Los actores protagonistas están realmente bien. Celso Franco y Lali González, a pesar de su juventud, han sido capaces de transmitir la tensión propia de un thriller con fuertes dosis de suspense. La historia de amor nos parece sencilla, entrañable, tierna y de profundo significado, aunque no forma parte de la trama principal.
Desde un punto de vista antropológico llama la atención la escena de la capilla porque la decisión más importante se toma a la luz de la trascendencia cuando los protagonistas se acercan a rezarle a la Virgen María, un detalle lógico de un país de amplia tradición católica. En un segundo plano, los realizadores no han desaprovechado la oportunidad para hacer cine de denuncia social, explicando el modo de vivir y la miseria de un barrio marginal del citado país hispanoamericano.