La patera fue interceptada a primera hora de la noche cuando navegaba a 27 millas al sur de Punta Sabinal, en la costa almeriense, tras ser avistada por el velero 'Telefónica Negro' cuando realizaba entrenamientos en la zona, según informó un portavoz de Salvamento Marítimo.

   Hacia el lugar se trasladó una patrullera de la Guardia Civil, que rescató a las inmigrantes, que llegaron al puerto de Almería sobre la medianoche. Según el propio relato de los subsaharianos que viajaban en su interior, en la barcaza partieron rumbo a España un total de 48 personas aunque finalmente fueron rescatados 33 supervivientes y el cadáver de una mujer.

   Los 33 inmigrantes rescatados con vida --19 varones, 13 mujeres y un bebé-- presentaban unas condiciones de salud muy precarias a su llegada a puerto, por lo que varios de ellos fueron trasladados a distintos hospitales.  

Nueve bebés se incluyen en el balance de víctimas mortales de la patera interceptada a lo largo de esta madrugada en aguas de Almería, según informó hoy el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, quien detalló que siete de los 33 supervivientes han sido hospitalizados dada su "situación extrema". Este caso, sumado a los 14 inmigrantes desaparecidos en el mar de Alborán el pasado lunes, ha llevado a López Garzón a reconocer un "repunte" en la llegada de pateras a las costas andaluzas.

   En declaraciones a Canal Sur radio, López Garzón detalló que si bien se tenía constancia de la navegación de una patera en aguas de Almería, fue la tripulación del velero 'Telefónica Negro' quien dio "una posición" concreta de la embarcación, que finalmente fue interceptada a 27 millas al sur de Punta Sabinal por un "importantísimo" dispositivo de emergencia integrado por un helicóptero, un buque y un avión de Salvamento Marítimo y una nave del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

   Cuando los efectivos del dispositivo abordaron la patera, encontraron 33 personas vivas y una mujer fallecida, toda vez que los testimonios de los propios supervivientes desvelaban que 14 cadáveres habían sido arrojados al mar. Aunque López Garzón quiso tomar "con cautela" los testimonios y cifras aportados por los inmigrantes, procedentes del Magreb, reconoció que "15 personas han podido fallecer, entre ellos nueve bebés".

   López Garzón admitió que se trata de "una situación tremenda" y un "drama", toda vez que siete de los 33 supervivientes, --nueve varones, 13 mujeres y un bebé-- estarían ahora hospitalizados. Además, todos están recibiendo "apoyo psicológico", porque la "tensión" que sufren "debe ser máxima".

   Dada esta tragedia, que en pocos días sucede a los 14 inmigrantes desaparecidos en el mar de Alborán cuando se dirigían a la costa de Motril (Granada), reconoció López Garzón "un ligero repunte" de la llegada de pateras a las costas andaluzas después de que en 2007 este fenómeno registrara un descenso "extraordinario" que "casi redujo a la mitad" el número de embarcaciones.

   En cuanto a los 23 supervivientes de la patera de Motril, todos ellos en centros de internamiento y de atención , López Garzón advirtió de que "el destino de generalizado" de los inmigrantes ilegales es ser "devueltos" a su país de origen, aunque las "situaciones excepcionales" admiten "tratamientos excepcionales".