A la venta 'Santos de pantalón corto' y 'Al Cielo con calcetines cortos'
Redacción. La editorial San Román acaba de publicar dos libros del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá, Javier Paredes. Uno de ellos es la segunda edición de uno de sus éxitos editoriales, que estaba agotado: “Santos de pantalón corto”. El segundo, continuación de la temática del anterior es una novedad, en la que presenta las biografías de las tres niñas madrileñas que se encuentran en proceso de beatificación: “Al Cielo con calcetines cortos. Marí Carmen, Pilina y Alexia”.
¿Quiénes son estos niños santos de los que usted escribe?
Los santos pueden ser mártires o confesores, es decir los que viven confesando su fe y se mueren en la cama. En estos dos libros, solo me ocupo de los niños santos confesores y entiendo por niños los menores de quince años. Por lo tanto no figuran los niños mártires con los dos de Alcalá, Santos Justo y Pastor, a los que sin embargo tengo gran devoción por razones obvias.
¿Cuántos son los niños santos confesores?
Reconocidos oficialmente como santos o beatos muy pocos, solo cuatro: Santo Domingo Savio y tres beatos, Laura Vicuña y los tres pastorcitos de Fátima. De estos cuatro me ocupo en “Santos de pantalón corto”, que sale ahora en segunda edición en esta editorial, San Román.
¿Y en proceso de beatificación?
Hay muchos y en distintos países. Tengo documentación de la mayoría de ellos, pero me parecía lógico seguir la publicación de estos libros con las tres niñas de Madrid, dos de ellas, Mari Carmen y Pilina, ya han sido declaradas venerables.
¿Qué significa la declaración de venerables?
Es el reconocimiento oficial por parte de la Iglesia, después de un concienzudo proceso, de que esa persona ha vivido en grado heroico las virtudes teologales de de la fe, la esperanza y la caridad con Dios y con el prójimo, y las cardinales de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza, además de las anexas. Recomiendo la lectura del prólogo del libro “Al Cielo con calcetines cortos”, escrito por José Carlos Martín de la Hoz que explica con claridad cómo se hace un proceso de canonización, que es el mismo para niños y adultos.
¿Quiénes son esas tres niñas madrileñas?
Son niñas que vivieron en épocas diferentes, pero que tiene muchas cosas en común, pues en definitiva ser santo consiste en tratar y querer a la misma persona, Jesucristo, que tiene para todos los mismos gustos y exigencias, por eso los santos con todas sus peculiaridades se parecen mucho los unos a los otros, porque tratan a la misma persona. Mari Carmen murió con nueve años en 1939, Pilina se fue al Cielo con diez años recién cumplidos en 1962 y Alexia falleció tres meses antes de cumplir los quince años en 1985.
¿Cómo son sus vidas?
Inefables. No hay palabras. Sus vidas son espectaculares. En cierta ocasión, tuve que leer en ante unas personas unos párrafos de Santos de pantalón corto, concretamente de la vida de Laura Vicuña, y a mitad de lectura se me puso un nudo en la garganta y no pude seguir. Pues las vidas de estas tres madrileñas, que espero ver pronto en los altares, Marí Carmen, Pilina y Alexia, son todavía más espectaculares que las del libro anterior. A mí me han servido y mucho para acercarme más a Dios, y eso es lo que deseo que les ocurra a los que lean estos libros.
Sé que lleva años estudiando la vida de estos niños…
Es cierto. Hace años que dejé de escribir biografías de políticos del siglo XIX, para dedicarme a estos niños. Trabajo con el mismo rigor, la misma intensidad y el mismo método con que lo he hecho a lo largo de toda mi carrera académica. Cada una de las líneas de estos libros está avalada por documentos, pero siguiendo el consejo de una persona muy inteligente que me dijo que no se me ocurriera escribir un ladrillo universitario, los he escrito con un estilo para el gran público, incluso cada capítulo tiene una intriga que se descubre al final del mismo.