Jesús Martínez Madrid
El empeño del gobierno socialista, especialmente de las Ministras de Sanidad y de Igualdad, de imponer la aceptación social del aborto, entendido como un derecho de la mujer, ha llegado hasta límites insospechados. Con la entrada en vigor de la nueva Ley del aborto, se van sumando las informaciones que indican que lo que de verdad le importa al gobierno de Zapatero es cambiar la mentalidad de los españoles, especialmente de las nuevas generaciones, para establecer una concepción de la persona sometida al deseo instintivo y al placer, reducida en su razón y su libertad. La propuesta de un cuerpo de agentes de salud gubernamentales, una especie de comisarios políticos que irán por los colegios a formar a los alumnos en la sexualidad, hace pensar en un modelo totalitario de reeducación social.
Esta propuesta de imposición moral del gobierno forma parte de un clima social que facilita y promueve la aceptación pública de medidas que desarrollan la ley del aborto.