José Luis Jiménez. 28 de Septiembre.
Puerta del Sol. Un episodio nacional
Adaptacion teatral: Jerónimo López Mozo. Director: Juan Carlos Pérez de la Fuente. Escenografía: José Hernández. Intérpretes: Carlos Álvarez-Novoa, Jesús Noguero, Juan Díaz, María Valverde, Ramón Barea, Luis Perezagua, María Alfonso Rosso, Zutoia Alarcia, Paco Racionero y colaboración especial de Chete Lara. Teatro Albéniz (Madrid)
Uno de los grandes de la literatura española es, sin duda, Benito Pérez Galdós. La adaptación teatral de su Tercer Episodio Nacional es lo que se ofrece en el teatro Albéniz. Se ha aprovechado la circunstancia del segundo centenario del 2 de mayo de 1808, afortunadamente, para montar este espectáculo. El director, Juan Carlos Pérez de la Fuente, que ha logrado uno de sus mejores trabajos en su ya amplia experiencia, se decidió por este tercer episodio en base a dos razones. La primera, el citado aniversario. La segunda, que, en su momento, ya se habían escenificado los dos anteriores.
Nos encontramos ante un asunto complejo. Representar en un teatro un episodio nacional, es muy complejo. Pero el empeño ha merecido la pena. En primer lugar por encontrarnos ante un texto de un escritor de gran altura. Dada la minuciosidad en la descripción de una sociedad y unos acontecimientos, creo que puede ser comparado perfectamente con Dostoievski, recordemos "Los hermanos Karamazov" o Tolstoi, "Guerra y Paz". Pero, precisamente en esa minuciosidad reside gran parte de la problemática de la adaptación teatral. Jerónimo López Mozo ha efectuado un estupendo trabajo.Y Pérez de la Fuente ha conseguido levantar el entramado escénico. Para ello ha hecho falta un cuidado artesano. La escenografía, de José Hernández, ha contribuido de forma importante. Desde la utilización de gasas, que permite una mayor "visualización" hasta los decorados móviles o los caballos sobre plataformas movibles.
El director ha creado el ambiente y desarrollo en base a las declaraciones de Gabriel de Araceli, testigo de todos aquellos acontecimientos. Sitúa las mismas en la inicial entrevista que un joven Galdós le realiza, al desarollo de todos los acontecimientos, con una aparición de Galdós bastantes años después, e incluye la presencia de don Benito, bastantes años después, en la celebración del primer centenario del alzamiento popular.
Pérez de la Fuente consigue aunar los momentos de mayor intimidad, con aquellos en que es necesaria una mayor acción. Desde el motín de Aranjuez a las reyertas en las calles madrileñas, o el Parque de Monteleón. Quizás debería de haber acortado algo esta escenas de acción. Por dos motivos. El primero, que así la obra sería menos larga. El segundo, que por su reiteración, a pesar de lo muy bien resuelto que está el tema, pierde algo de la sorpresa. Pero esto es casi el único pero que se le puede achacar. Los actores consiguen un alto nivel. Dado el amplio elenco sería muy prolijo matizar cada uno de las interpretaciones. Repito, han conseguido, todos, un muy buen entendimiento en escena, lo que ayuda a conseguir ese resultado tan satisfactorio. Para una obra de este tipo son necesarios, además, otros muchos intérpretes en papeles menores. No desentonan en absoluto, todo lo contrario. Bienvenido sea de nuevo, uno de nuestros grandes. Benito Pérez Galdós.