Alternativas al desempleo juvenil: movilidad, formación, autoempleo y PICE
Una de las opciones que contemplan muchos jóvenes a la hora de encontrar un empleo es la de vivir una experiencia internacional. Esto es, salir de nuestro país, apostando por probar fortuna en el extranjero. Se trata de un fenómeno muy comentado, del cual recuperamos una cifra representativa: la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido registraba unos 116.000 españoles a comienzo del verano; una cifra que para muchos se antoja abrumadora. Y es que este dato no suele contemplar a estudiantes o trabajadores temporales. Pensemos que a la propia Gran Bretaña acuden cada año 55.000 ciudadanos españoles con fines académicos. Entre las consecuencias más positivas de esta movilidad: la mejora del idioma, conocer entornos profesionales diferentes o adquirir habilidades para aclimatarnos a una cultura laboral distinta.
Completar la formación lejos de nuestras fronteras es otra de las decisiones a menudo tomadas por un gran número de jóvenes. El objetivo es doble: por un lado, cursar unos estudios con contenido práctico y actualizado; por otro, acceder al mercado laboral del destino en cuestión.
A las opciones anteriores se suma la del autoempleo, secundada por un amplio sector de la juventud española que ha reducido notablemente la media de edad del emprendedor en los últimos años. Además, según el ‘Mapa del emprendimiento en España’, publicado por Spain Startup en septiembre de 2017, la salud del autoempleo mejora notablemente en nuestro país: un 9% de las iniciativas tiene entre 3 y 5 años de vida, y un 19% ha alcanzado el nivel de desarrollo ‘growth’.
Por último, existe una serie de programas estatales que velan por fomentar la inserción. Entre ellos figura el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, que incluye el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), desarrollado por la Cámara de Comercio de España a través de la red de Cámaras Territoriales, por el que ya han pasado cerca de 72.000 jóvenes desde su creación en 2015. Su éxito radica en combinar acciones formativas con prácticas en empresas, y se materializa en dos planes: el de Capacitación, dedicado a la orientación, así como a la formación troncal y específica; y el de Movilidad, que incluye prácticas en compañías europeas. Para disfrutar de cualquiera de ellos basta con obtener el certificado digital de Garantía Juvenil siguiendo las instrucciones de la web de Cámara de Comercio de España. El alta queda, asimismo, supeditada a unos requisitos básicos: no tener más de 29 ni menos de 16 años de edad, y no haber trabajado ni cursado programas educativos el día antes del registro.