Alvaro Durántez confirma que “El Espacio de la Iberofonía ya está en marcha”
Redacción. Hasta la bandera. Así estaba Casa América para escuchar al mayor experto en lo que ya se conoce como el Espacio Panibérico o de la Iberofonía, Frigdiano Alvaro Durántez. El "rum, rum" en los pasillos de casa América predecía que estabamos ante un momento histórico, el alumbramiento definitivo de una nueva vía geopolítica de futuro. Quizá se trate de la via de futuro para países de raíces hispanánicas y por ello embajadores de este "Espacio" como los del Principado de Andorra o Cabo Verde no querían perderselo.
Al inicio, para entrar en calor, la diplomática Cecilia Yuste y Paulo Speller dieron paso a Marío Hernández Sánchez-Barba, sin duda el mayor experto en conocimiento panamericano. Y su intervención, lúcida y categórica, fue contundente. Estamos ante el inicio de la articulación del Mundo Ibérico.
Y que mejor que contar para ello, en el día de su bautizo, con el apoyo y aval de las cuatro instituciones: La Organización de Estados Iberoamericanos, la Organización Internacional de Juventud para Iberoamérica, la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social.Y ni más ni menos que con la Fundación Santander.
Se´ñoras y señores. La Biblia del espacio panibérico e iberófono ya es una realidad. Ahora toca dar los pasos precisos para su implementación.
El autor
Frigdiano Álvaro Durántez Prados (Madrid, 1969), Doctor Europeus y Premio Extraordinario de Doctorado en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid, es pionero en la corriente contemporánea del Paniberismo o Iberofonía, teoría y tendencia geopolítica y cooperativa que propugna la definición y la articulación de un Espacio Multinacional de Países de Lenguas Española y Portuguesa de todos los continentes.
Qué es el Espacio Panibérico o de la Iberofonía. Concepto y elementos principales
La lógica y la potencialidad derivadas de la afinidad sustantiva entre los dos principales idiomas ibéricos, el español y el portugués ─únicas grandes lenguas internacionales recíprocamente comprensibles en líneas generales─, junto a profundos y numerosos elementos de naturaleza cultural, histórica, geopolítica y cooperativa, están en la base del Espacio Multinacional de Países de Lenguas Española y Portuguesa ─el llamado Espacio Panibérico o de la Iberofonía─, que corresponde en gran medida al sumatorio de la Comunidad Iberoamericana de Naciones (CIN) y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Se trata de un conjunto multinacional que agrupa a más de 800 millones de personas y una treintena de países de todos los continentes, que constituye el primer espacio lingüístico del mundo, y que representa la quinta parte de la superficie del planeta, así como la décima en términos demográficos.
Los países oficialmente iberófonos son Andorra, Angola, Argentina, Bolivia, Brasil, Cabo Verde, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, República Dominicana, España, Guatemala, Guinea Bisáu, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Mozambique, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, Santo Tomé y Príncipe, Timor Oriental, Uruguay y Venezuela. A éstos hay que sumar, por la gran presencia de población hispanohablante y de la lengua española, los Estados Unidos de América o su comunidad hispánica; por su raíz y su cultura hispánicas, las Islas Filipinas y otras del océano Pacífico; el pueblo judeoespañol o sefardí; las comunidades lusodescendientes del mundo, incluida particularmente la luxemburguesa; así como el pueblo saharaui y numerosas poblaciones del Caribe no hispano pero de fuerte influencia hispánica, como son Belice, Guyana, Trinidad y Tobago y otras islas y archipiélagos. No se debe olvidar tampoco la fuerte vinculación histórica y cultural hispánica de países europeos como Italia, ni la creciente e importante presencia de elementos de base cultural y lingüística iberoamericana en Canadá.
Respecto al peso y la proyección demolingüística de los idiomas ibéricos, cabe destacar la extraordinaria dimensión de la Iberofonía al aunar el español ─segunda lengua materna y de comunicación internacional, hablada por más de 570 millones de personas─ y el portugués ─segunda lengua ibérica y latina, con más de 230 millones de hablantes─. En el interior de este gran espacio multinacional intercontinental conviven multitud de otras lenguas diferentes que lo enriquecen, no sólo de la Península Ibérica, sino, en mucho mayor número, de América, África y Asia; pero el común denominador lingüístico de lo iberófono a nivel internacional lo constituyen los grandes idiomas vehiculares ibéricos, el español y el portugués, y, más exactamente, la base lingüística común derivada de la afinidad sustantiva entre los mismos.
Cuál es el sentido de la articulación panibérica o de la Iberofonía
La articulación del Espacio Panibérico o de la Iberofonía contribuirá a dar mayor visibilidad e influencia internacional a los países iberófonos, a promover la cooperación horizontal y triangular entre Estados de América, Europa, África y Asia, y a equilibrar en términos geoculturales ─y en beneficio de toda la Comunidad Internacional─ algunos aspectos y cosmovisiones homogeneizadores de la globalización en curso, como la hegemonía y preponderancia actuales de las pautas y visiones de matriz angloparlante.
Cuáles son los principales procedimientos y mecanismos institucionales para la articulación de la Iberofonía internacional.
Por un lado, el establecimiento de marcos de cooperación y concertación formales entre los Organismos Iberoamericanos y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, CPLP, que reconozcan y aprovechen la realidad de la existencia de facto de un gran Espacio internacional iberohablante. Por otro lado, la ampliación de los Organismos Iberoamericanos con los países lusófonos de África y Asia; y la ampliación de la CPLP con países hispanohablantes. En última instancia, la articulación final de un Espacio General de Cooperación y Concertación para toda la Iberofonía mundial.
Cómo ha sido el proceso de convergencia histórica entre los conjuntos de países de lenguas española y portuguesa.
Históricamente, se ha producido una primera fase en la convergencia de la Iberofonía internacional, que es la que ha asociado en el seno de la Comunidad Iberoamericana de Naciones a los países hispanohablantes y lusófonos de dos continentes, América y Europa. Actualmente, ya ha comenzado la segunda fase de convergencia de la Iberofonía internacional, que es panibérica porque incluye a todos los países iberófonos de todos los continentes, y que, en un tiempo singularmente breve en términos históricos ─sólo dos decenios─, ha alcanzado hitos muy significativos, entre otros, los siguientes:
1-Numerosas iniciativas civiles (académicas, cooperativas, deportivas, periodísticas, premiales, políticas) que asumen y propugnan en los últimos lustros la articulación del Espacio de la Iberofonía.
2-Relevantes declaraciones de altos mandatarios de países de lenguas española y portuguesa poniendo en valor la existencia y la potencialidad del Espacio de la Iberofonía.
3-Conclusión de diversos Convenios interinstitucionales entre los Organismos Iberoamericanos y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, CPLP.
4-Incorporación, como observadores, de países lusófonos no iberoamericanos a los Organismos Iberoamericanos; y adhesión de países hispanohablantes a la CPLP como observadores asociados:
a)-Incorporación de los países lusófonos africanos y asiático, en calidad de observadores-colaboradores, a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Se crea, de hecho y de derecho, un espacio de cooperación panibérico.
b)-Adhesión de la OEI y de países hispanohablantes e iberoamericanos (Uruguay, Argentina, Chile, Andorra) a la CPLP en calidad de observadores asociados. Incorporación de Guinea Ecuatorial, país hispanohablante, a la CPLP, único Estado no lusófono que es miembro pleno de dicha organización.
El Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ) se proyecta formalmente hacia la lusofonía no iberoamericana.
Estado de situación: el Espacio de la Iberofonía ya está en marcha pero requiere mayor involucramiento oficial.
Hasta ahora, la articulación del Espacio de la Iberofonía ha progresado básicamente por la fuerza y la lógica de las afinidades y los elementos objetivos que la sustentan, junto a comprometidos esfuerzos individuales que han puesto en valor tales elementos y que han planificado y ejecutado actuaciones específicas a favor de dicha articulación.
Es decir, el Espacio de la Iberofonía, a pesar de la evidencia de su lógica y su sustantividad ─muy superiores a los de otros espacios geolingüísticos y culturales del mundo─, ha venido en gran medida conceptuándose y construyéndose, hasta tiempos recientes, sin un diseño y un impulso oficiales y estructurados, planteados con verdadera visión geopolítica. Es hora, por tanto, de que desde instancias oficiales se aborde con altura de miras este desafío ineludible que supone la plena articulación de la Iberofonía. Porque es un reto, una tendencia y una propuesta que redunda en beneficio de todos los pueblos de lenguas española y portuguesa del mundo y de la Comunidad Internacional en su conjunto.
Participación del autor en el proceso de exploración y de definición y articulación del Espacio de la Iberofonía
Frigdiano Álvaro Durántez Prados ha desarrollado una trayectoria académica, profesional y proactiva centrada en gran medida en la definición y la articulación del Mundo Ibérico, como pionero de esta tendencia, habiendo protagonizado o sido partícipe de algunos de sus hitos más relevantes. En el terreno científico ha realizado aportaciones en el campo de la Geopolítica y las Relaciones Internacionales en torno a categorías como los espacios multinacionales, los imperios, las Comunidades postimperiales, los regímenes internacionales y el constructivismo social. Actualmente presta atención a cuestiones relacionadas con la gobernanza universal.