Análisis de la entrevista radiofónica a Pedro Sánchez
Madrid, 20.06.23- Han tenido que ser unas elecciones que se presentan cuesta arriba para Sánchez, las que hayan obligado al todavía presidente del Gobierno a salir de la zona de confort que le ofrece el elogio acrítico y tantas veces sectario de su fiel entorno mediático. Sánchez, en un arrebato de audacia, se ha aventurado a comparecer en una cadena radiofónica distinta a la suya de cabecera. Y la entrevista muestra algunas cosas interesantes.
Por ejemplo, en la misma entrevista en la que acusa al PP de bloquear todo, cuenta Sánchez que el Partido Popular ha votado con los socialistas más que EH Bildu, “y no por eso se puede decir que el PSOE gobierna con el PP”. Afirmar una cosa y su contraria, sigue contradiciendo la lógica -al menos en el mundo no cuántico- pero está visto que forma parte de la estructura mental de Sánchez.
También merece una reflexión lo que dice de Cataluña. Atribuye la situación actual -comoquiera que se quiera calificar- a sus decisiones sobre los indultos a los sediciosos y, hay que suponer, también a la derogación del delito de sedición y la rebaja de la malversación. Es decir, después de una agresión a la Constitución y a los derechos de los ciudadanos como la perpetrada por el secesionismo catalán en 2017, la ¨solución” hay que encontrarla en la impunidad de los culpables. El mensaje es devastador en términos democráticos, implica que la ley y su aplicación, el estado de derecho, en suma, es un obstáculo para la normalidad y que derogar las resoluciones judiciales firmes por la vía de la modificación legislativa es un procedimiento admisible y hasta aconsejable. Este relato pervierte el sentido de la ley como garantía de la normalidad democrática y condición de ejercicio de las libertades. Frente a este ejercicio, que contiene una dosis importante de cinismo político, resulta mucho más verosímil pensar que tanto la aplicación del artículo 155 de la Constitución como la exigencia de responsabilidades penales a los culpables son la verdadera causa de que quienes incurrieron en esos graves delitos supieran sin sombra de duda que los pulsos al Estado los pierden quienes los echan.
P.S. Por mucho que Sánchez intente reescribir su historia con Bildu, el dinosaurio seguirá ahí. El problema para Sánchez no es sólo que ha gobernado apoyado por Bildu, sino que si tuviera una mínima posibilidad de volver a gobernar, Bildu le sería más necesario aún. La “coalición progresista” es esto.
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