Fina Millán-Hita. Decía mi abuela que "cuando el diablo no tiene quehacer, con el rabo mata moscas".  Eso mismo es lo que he pensado cuando he sabido que en la Junta de Andalucía no tienen nada mejor que hacer por los andaluces y el patrimonio artístico de España que llevar a cabo una campaña intimidatoria contra el Cabildo de la Catedral-mezquita de Córdoba.

No estaría de más que tanto el señor Pedro Sánchez, como el señor Cayo Lara dejaran de utilizar las creencias de los ciudadanos como arma política y como instrumento de división y enfrentamiento; dejaran en paz los lugares de culto e hicieran política de verdad.
 
 El PSOE e Izquierda Unida están utilizando la mezquita catedral de Córdoba como instrumento electoral. Deberían ser capaces de dar con argumentos más sólidos para afrontar las próximas elecciones municipales.
 
 Su reiterado intento de expropiar un lugar secular de culto con la excusa de su gestión compartida supondría un ataque frontal a los derechos que nos otorga la Constitución, en especial a los que hacen referencia a la libertad religiosa y de culto. Y además pone en evidencia que su respeto al derecho de propiedad es manifiestamente mejorable.
 
 Apelo a su frecuente defensa de las libertades, al respeto que dicen manifestar por la ciudadanía, y apelo también a su sentido común, que seguro aplicarán con acierto en su vida privada. Estas formaciones dicen que quieren regenerar la vida pública: los españoles les rogamos que se apliquen a ello, empezando por renunciar a dividir y enfrentar a los ciudadanos en base a sus creencias y tradiciones.
 
 Muchas gracias por considerarlo.