Ante la detención de Miguel Bernad
La Lupa. Se veia venir desde hace tiempo. Se trataba de una de las personas más odiadas por los jerifaltes del sistema. Había ido contra todos... de izquierdas, de derechas, republicanos, monárquicos, Garzón, Blesa, la Infanta, Eres, Caso Bárcenas, Púnica, 11 M, pero también el mal llamado matrimonio entre personas del mismo sexo.
Somos conscientes de las trampas que le habían tendido en más de una ocasión para pillarle infraganti en un renuncio. Pero el secretario general de Manos Limpias siguió al pie del cañón, y como un funambulista al borde del precipicio.
¿Por qué ahora? ¿Y de esta manera? ¿A qué se debe este trato que no han recibido los jerifaltes del sistema...?
Manos Limpias tiene mucho de positivo. Seguro que también cosas negativas que habrá que aclarar. Pero mientras los Puyol de turno, los partidos políticos condenados por financiación ilegal siguen a lo suyo, suena raro y extraño las formas y maneras hacia Miguel Bernad. El hombre que más casos de corrupción ha llevado a los tribunales. Pero muy, muy raro.