Redacción Madrid. 8 de diciembre.

  La zona musulmana del cementerio militar de Nuestra Señora de Lorette, en la localidad francesa de Arras, en el norte del país, apareció hoy con pintadas, por tercera vez en dos años. Casi todas las tumbas, de las 576 que hay en la parcela musulmana, aparecen con grafitis, signos nazis o letras mayúsculas que unidas entre sí forman insultos contra la religión musulmana.

   Esta necrópolis de la Primera Guerra Mundial situada al sur de Lille fue escenario de actos vandálicos semejantes en abril de 2007 y en abril de 2008. En las 13 hectáreas que tiene el cementerio hay enterrados 40.000 combatientes, de los cuales 576 están en la zona musulmana y orientados hacia la Meca. Fue un ex combatiente quien descubrió los daños y avisó a las autoridades, que han abierto una investigación para esclarecer los hechos.

   El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha mostrado en un comunicado su indignación y calificado este tipo de acto de "despreciable e indignante" así como la expresión de un "racismo repugnante" dirigido contra la comunidad musulmana de Francia. Además, ha pedido expresamente que se le mantenga informado sobre el curso de la investigación y quiere que los culpables sean identificados rápidamente, llevados ante la justicia y "condenados con toda la severidad que se impone".

La ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, garantizó, por su parte, que se movilizarán "todos los medios necesarios" para encontrar lo más rápidamente posible a los autores de estos actos "intolerables".

   A la condena de Sarkozy se han unido numerosos miembros del Gobierno y líderes de partidos políticos y asociaciones, entre ellos Abdelkader Aoussedj, presidente de la Gran Mezquita de París, que declaró que "Este tipo de gestos irresponsables es condenable. Las tumbas son de personas que dieron su vida para que nosotros seamos libres hoy". No obstante, hizo un llamamiento a la calma y a reaccionar "de manera civilizada". "No queremos entrar en el juego de los autores", argumentó.

   En abril de 2008 se cometieron estragos contra 148 tumbas del mismo cementerio con inscripciones en contra del Islam e insultos contra la ministra de Justicia, Rachida Dati, de origen magrebí. Los dos sospechosos detenidos fueron inculpados y luego puestos en libertad.

   Un año antes, en abril de 2007 pasó lo mismo en 52 tumbas que aparecieron pintadas de rojo y negro con cruces gamadas y cruces celtas. En aquella ocasión se condenó a dos jóvenes de 18 y 21 años a dos años de cárcel y a un menor de 16 años a siete meses de prisión.