Ana Abril Amez
La juez Susan Bolton, que atiende a la denuncia presentada por el gobierno federal contra la ley de Arizona, ha suspendido una parte fundamental de la ley, la cual contenía aspectos que han provocado una gran polémica en estos últimos días. La ley de inmigración entrará en vigor a partir de hoy.
Según el veredicto de la magistrada Susan Bolton, la policía no se verá obligada a dictaminar el estatus migratorio de cualquier persona detenida si no existe una sospecha razonable. La ley requiere a los cuerpos policiales estatales y locales corroborar el estatus migratorio de cualquier persona detenida por la ejecución de cualquier falta o delito, tan leve como una violación de una ordenanza municipal o una infracción de tráfico, que resulte sospechosa de haber entrado en el país de forma ilegal. Por lo tanto, la policía, bajo las condiciones establecidas en la ley, puede mantener bajo custodia de manera indefinida al sospechoso, hasta ser comprobada su identificación.
Susan Bolton, en su fallo de 36 páginas, escribió que "la corte también considera que es probable que Estados Unidos sufra daños irreparables si la corte no prohíbe preliminarmente el cumplimiento de estas secciones y el balance de equidad inclinado en favor de Estados Unidos considerando el interés público", según informa Europa Press.
La decisión judicial paraliza las pretensiones de transformar en delito la presencia de inmigrantes ilegales en Arizona. También se verá suspendido los intentos de penalizar a los “sin papeles” que buscan ofertas de trabajo en establecimientos públicos. Al igual las disposiciones para detener a los indocumentados con el objetivo de facilitar su expulsión del país norteamericano.
Esta primera lucha judicial presume que la ley SB1070 entrará en vigor pero carecerá de los puntos más polémicos.
En Maricopa (condado de Arizona), donde se encuentra el polémico y famoso sheriff Joe, se ha llevado a cabo la deportación de más de 26.000 “sin papeles” desde el 2007, es decir, un cuarto de los indocumentados.
La preocupación de las organizaciones es más que evidente, ya que temen el florecimiento de brotes racistas que puedan causar la paralización de la ley de Arizona, por lo que se han convocado para los siguientes días actos y manifestaciones en defensa de la cohesión racial y la igualdad de derechos en los inmigrantes.