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APROXIMACIÓN AL PATRIMONIO MUNDIAL EN CATALUÑA

Ignacio Buqueras y Bach
Académico numerario de las Reales Academias de Doctores de España y Europea de Doctores.
Presidente de la Asociación para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España, ADIPROPE

 
 
Introducción.
El 1 de julio de 2019, pronuncie mi Discurso de ingreso, como Académico numerario, de la Real Academia Europea de Doctores, la única Real Academia Española con 19 Premios Nobel entre sus Académicos. Mi Discurso verso sobre El Patrimonio Mundial, Cultural, Natural e Inmaterial de España. El tema escogido tenía toda su lógica. Soy Presidente-fundador de la Asociación para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España, ADIPROPE, asociación fundada en el año 2018; España es el tercer país del mundo con más “bienes” reconocidos por la UNESCO y, hasta el momento, en más de cien años, en ninguna Real Academia española se ha pronunciado un Discurso sobre tan importante y trascendente tema.
Cuando la Junta de ADIPROPE tomo la decisión, en diciembre pasado, de celebrar el FORO PATRIMONIO MUNDIAL DE ESPAÑA con el objetivo de presentar cada mes el Patrimonio de una Comunidad Autónoma en el Casino de Madrid. Dicha actividad la iniciamos en el mes de febrero y marzo con unos excelentes resultados. Cuando la pandemia, que sufrimos, imposibilito dar continuidad a los citados actos en una entidad emblemática de la sociedad civil, como es el Casino de Madrid, decidimos dar continuidad al FORO en línea telemática. Tres actividades dedicadas al Patrimonio de cada Comunidad: la publicación en nuestra página web de un capítulo de nuestro libro EL PATRIMONIO MUNDIAL CULTURAL, NATURAL E INMATERIAL DE ESPAÑA, que hemos promovido y ha editado Mc Graw Hill. 2019; una conferencia y un artículo. Todo ello dedicado al Patrimonio de una Comunidad. El pasado abril lo dedicamos al Patrimonio en Andalucía. Este mes de mayo decidimos dedicarlo al Patrimonio de Cataluña. Mi condición de catalán, y mi amor a mi tierra, parte indiscutible de España, hizo que asumiera la citada responsabilidad.


Mi Aproximación al Patrimonio Mundial en Cataluña desea ser consecuente con el título. Cataluña es una de las Comunidades con más Patrimonio reconocido por la UNESCO. Por otra parte, la obra de Gaudí es una de las cinco primeras Declaraciones que incluyó la Unesco en relación con España, 2/XI/1984. Este año celebramos el XXXV Aniversario de las primeras Declaraciones.
A continuación, presento, muy telegráficamente, una parte importante del Patrimonio radicado en Cataluña, con el compromiso que en un próximo articulo completare el mismo.

BARCELONA
La Unesco declaró Patrimonio Mundial: parte de la obra de Gaudí en 1984 y añadió cinco obras más en 2005.

OBRAS DE ANTONI GAUDÍ
                                                                                                    
En España, un genio del arte, el arquitecto modernista reusense Antoni Gaudí, brilló gracias al mecenazgo del rico industrial catalán Eusebi Güell.
Gaudí diseñó, a petición de Güell, el mobiliario para la capilla-panteón del marqués de Comillas, su suegro, en 1881 y en 1886 le encargó su mansión, el Palacio Güell, que fue su primera obra importante, con nuevas formas estructurales, gran variedad de techos, ventanas y puertas, más de cuarenta tipos de columnas, la doble cúpula parabólica en el patio central del palacio, etc., convirtiéndose todo ello en verdaderas obras de arte.
Gaudí no solo siguió las fuentes mudéjares, califales o nazaríes, sino que también se inspiró en el arte exótico de Oriente, Egipto, Persia, India y Japón, usando al dragón como elemento decorativo, que se convierte en el emblema de toda su obra.
En el diseño del Parque Güell, Gaudí, gran amante de la naturaleza, no quiso desfigurar el monte donde se asienta adaptándolo a la topografía del terreno, con suaves pendientes y repoblándolo con especies vegetales autóctonas, aunque el proyecto quedó inacabado. Se concluyó solo la entrada principal, con dos pabellones, el de la derecha para la administración del parque, y el de la izquierda como portería; con una amplia escalinata en el vestíbulo de la entrada y con tres fuentes en el centro, que da paso a la Sala Hipóstila o de Cien Columnas.
La fachada de la Casa Milá, La Pedrera, se parece a un acantilado con azulejos blancos y la azotea adopta fantásticas formas ciclópeas.
Gaudí fue reconocido como arquitecto universal en 1984 cuando la Unesco incluyó parte de su obra en el catálogo de Patrimonio Mundial, ampliándola en 2005 añadiendo otras cinco de sus edificaciones.
La cripta de la Colonia Güell formaba parte de un proyecto que no se llevó a término, pero que tiene un gran interés por el uso de las bóvedas de ladrillo en el exterior y nervios de ladrilla en el interior.
La Casa Vicens es de estilo orientalista, utilizando la cerámica en la decoración junto con el ladrillo visto, todo ello según la arquitectura mudéjar.
La Casa Batlló es de la etapa naturalista, sin ninguna novedad pero que marca el máximo período de su madurez, con formas curvas, luces y sombras combinadas a la perfección, un derroche de luz y color, una fachada mágica rematada en la azotea con un gigantesco dragón, que esconde grandes y esculturales chimeneas helicoidales.
A finales de 1883, Gaudí se hace cargo de la cripta del Templo de la Sagrada Familia, iniciado en 1882 por el arquitecto Francisco de Paula del Villar. Debido a la escasez de fondos, los trabajos de la cripta y del propio templo se retrasan, lo que permitió a Gaudí desarrollar un ambicioso proyecto religioso, aportando soluciones según avanzaba la obra.
Todo el proyecto está lleno de símbolos religiosos: la fachada del Nacimiento, los tres pórticos representando el nacimiento, infancia y adolescencia de Cristo, y dedicados a las tres virtudes: fe, esperanza y caridad; con dos columnas con escenas de la vida de José y María; todo ello con un estilo artístico imposible de clasificar: un estilo gaudiniano, nuevo y único, que nació con Gaudí, el arquitecto, y que se acabó con Gaudí, el genio.

TARRAGONA
La Unesco declaró Patrimonio Mundial al Conjunto Arqueológico de Tarragona, en 2000.
Tarragona es una ciudad singular donde la historia ha dejado su huella y que sorprende al viajero, al peregrino, al paisano habituado a sus callejuelas, sus playas, su sol y su mar.
Veintidós siglos han pasado desde la llegada de los Escipiones en el año 218 a.C., y más de dos mil años desde que habitó en la ciudad el primer emperador, Octavio Augusto, ahijado de Julio César. Tarragona está impregnada de romanidad, en ella se viven: sensaciones, olores y visiones. Paseando por las calles podemos contemplar el antiguo Foro Provincial, una bóveda romana tras un convento del siglo XVII, un muro del circo en un restaurante, unos arcos góticos o inscripciones en una pared sobre las personas que vivieron  en la ciudad romana de Tarraco, procedentes del interior de Hispania y de todos los rincones del Mare Nostrum.
Podemos contemplar las sillerías del Foro de la Colonia, el acueducto del Puente del Diablo, el arco de Berà, la Torre de los Escipiones, el Médol, la cúpula paleocristiana de Centcelles o la necrópolis de Tabacalera junto al río Francolí. También la joya de la catedral medieval, las murallas romanas, las milenarias gradas del teatro, del circo y del anfiteatro, que en tiempos pasados servían para la cultura, la diversión, la vida y la muerte.
La Tárakon Ibérica la Tarraco Romana, la Terracona visigótica, la Tarrahuna islámica dan paso a la Tarragona medieval.
Actualmente, los espacios de Tarragona continúan vivos: la catedral sobre los cimientos del templo imperial, las procesiones de Semana Santa, el Corpus y las fiestas patronales de San Magín y Santa Tecla, patronos de la ciudad, transcurren pos sus calles, los castells y su pilar caminant, su anfiteatro con espectáculos…
El carácter cíclico de la historia se cumple en Tarraco, ya que sus fiestas de San Magín, 19 de agosto, y Santa Tecla, 23 de septiembre, son las fechas de la apoteosis y nacimiento del emperador Augusto.

MONASTERIO DE POBLET
La Unesco declaró Patrimonio Mundial al Monasterio de Poblet, en 1991.
Es un monasterio de grandes dimensiones que se encuentra al sur de la comarca de la Conca de Barberà, en Tarragona, rodeado de los montes de Prades con bosques de robles y encina. Su origen es de mediados del siglo XII, y tras un letargo y abandono por la desamortización de Mendizábal en 1835, toma vida con la restauración de la vida monástica, en 1940.


Su arquitectura sobria, da lugar al recogimiento y la oración donde se predica la Regla de San Benito: ora et labora. Los monjes ejercen su papel evangelizador, pero también son expertos agricultores y ganaderos explotando dichas tierras, poco cultivadas por los musulmanes. Convirtieron el monasterio en panteón real no solo de Barcelona sino también de la Corona de Aragón, mediante un pacto matrimonial. Las salas, claustros e iglesia nos acercan y presentan lo mejor de la arquitectura catalana de los siglos XII al XVIII.
Tiene diferentes usos: la parte visitable, con la comunidad, el claustro, la sala capitular, etc.; la zona de clausura como la enfermería, la capilla de San Esteban y los viejos cementerios de legos, monjes y familiares; y los espacios del poder: el altar Mayor y las tumbas reales de la Casa de Aragón.
 
ARTE RUPRESTRE –ARAGÓN, CATALUÑA, VALENCIA, MURCIA, CASTILLA LA MANCHA Y ANDALUCÍA-

La Unesco declaró Patrimonio Mundial al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, en 1998.
Es un conjunto de yacimientos que se encuentran distribuidos en la cuenca del mar Mediterráneo; parte de la declaración también se localiza en el interior de las comunidades autónomas de Aragón y de Castilla-La Mancha. Comprende el mayor grupo de cuevas de arte rupestre prehistórico de Europa. Destaca por el elevado número de lugares que presentan este tipo de arte.
Aragón, Cataluña, Valencia, Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía dieron un ejemplo de unidad y colaboración para que este arte rupestre prehistórico llegue a todo el mundo, mostrando la vida humana del Paleolítico al Neolítico mediante pinturas.
El arte rupestre tiene una extensión de 126.000 km2 y más de 1.000 kilómetros de costa mediterránea, desde Cataluña hasta Andalucía, en sitios poco poblados y con elevados valores ecológicos. Los bienes seriados son 758, aunque actualmente pueden ser más de 2.000 los abrigos. Engloba 163 ayuntamientos, 4.500 paneles decorados con más de 90.000 motivos individualizados, con una gestión basada en la sostenibilidad.

LA DIETA MEDITERRÁNEA
La Unesco declaró Patrimonio Cultural Inmaterial la Dieta Mediterránea, en 2010.
La Dieta Mediterránea, reconocida por la Unesco en 2010 en cuatro países –España, Grecia, Italia y Marruecos-, y ampliada en 2013 a Croacia, Chipre y Portugal, es un conjunto de conocimientos, prácticas, habilidades y tradiciones relacionadas con los alimentos en todas sus fases, desde el cultivo hasta la mesa, pasando por la recolección, conservación, transformación, cocina y rituales de consumo.
Por otra parte, el hecho social de comer en familia, grupo, comunidad, sea privadamente o en celebraciones, permite el desarrollo de valores como el diálogo, la hospitalidad y la creatividad de los reunidos.
Todo ello permite mantener, valorar y proyectar el territorio, al tiempo que dar salida a los productos naturales y favorecer el desenvolvimiento de los oficios agrícolas y pesqueros mediterráneos.
Actualmente, han sido médicos, dietistas y nutricionistas los que han razonado y proyectado los beneficios para la salud de la Dieta Mediterránea.
En la base se encuentran los alimentos a consumir diariamente como son: cereales, frutas, verduras y productos lácteos, a los que siguen los que debemos tomar con moderación. Es el caso de la carne blanca, la carne roja y los huevos. En la cúspide se encuentran la bollería y los zumos con azúcar, que son poco recomendables.
Todo ello con el uso del aceite de oliva, la ingesta de 1,5 o 2 litros de agua, y limitar el consumo de sal. A lo que hay que añadir hábitos saludables como la actividad física con un descanso adecuado.
 
LOS CASTELLS

La Unesco declaró Patrimonio Cultural Inmaterial los Castells, en 2010.
Los castells –castillos- son unas torres humanas integradas por personas de pie unas encima de las otras. Normalmente, se hacen durante las fiestas mayores de numerosas ciudades y también en actos festivos. Su altura llega hasta los diez pisos, y son miles las personas que participan en ellos en toda Cataluña, que es de donde mayoritariamente son.


Sus orígenes son del siglo XVIII, cuando al final del llamado “baile de valencianos”, muy arraigado en las fiestas mayores de las comarcas de Tarragona y del Penedés, se alzaban unas torres humanas de dos o tres personas de altura. Después, adquirieron identidad propia dando origen a los castillos.
A mediados del siglo XIX, consiguieron los nueve pisos de altura. Sin embargo, a fines del mismo siglo perdieron su fuerza por la difícil etapa socioeconómica y la aparición de nuevas formas de  cultura. Esta situación persistió hasta la década de 1970, en la que se inició un crecimiento que persiste hasta la actualidad.
Actualmente hay más de ochenta colles por toda Cataluña, más de 12.000 castellers y cerca de 13.000 construcciones que se levantan cada año.

FIESTAS DEL FUEGO DEL SOLSTICIO DE VERANO EN LOS PIRINEOS
La Unesco declaró Patrimonio Cultural Inmaterial las Fiestas del Fuego del Solsticio de Verano en los Pirineos, en junio de 2015.
Los solsticios son un fenómeno astronómico que desde los tiempos más remotos han llamado la atención de la humanidad, ya que se manifiestan en la máxima duración del día, en verano, o de la noche, en invierno.
En el Pirineo, distintas poblaciones de Andorra, España y Francia comparten un ritual cuyo origen se pierde en el tiempo y que se produce en el solsticio de verano. En España, esta práctica se ha mantenido en poblaciones aragonesas y catalanas, donde la celebración tiene lugar en el solsticio de invierno.
El elemento central de la celebración es el fuego y los actos empiezan al atardecer con el encendido de una hoguera llamada faro, haro, hart o taro según el lugar, en un punto de la montaña visible desde el pueblo, donde llegan vecinos cada uno con una gran antorcha (falla, fia-faia, halha, rantiner) elaborada con materias vegetales de los propios bosques.
Así da comienzo al momento más vistoso y plástico, el descenso de las antorchas en un recorrido serpenteante desde lo alto de la montaña hasta el pueblo atravesando la oscuridad. La bajada a un ritmo acelerado, no está exenta de riesgo, pero los fallaires asumen el esfuerzo con entusiasmo.
Epílogo
A los lectores de este articulo les invito, muy especialmente, a profundizar en nuestro Patrimonio leyendo un libro único que hemos promovido EL PATRIMONIO MUNDIAL CULTURAL, NATURAL E INMATERIAL DE ESPAÑA, Mc Graw Hill. 2019, al tiempo que les invito a visitar la pág. web. www.adiprope.org de ADIPROPE,   Asociación para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España, y a escribirnos a nuestro correo electrónico [email protected] para cualquier consulta que deseen efectuar.

 

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