El presunto 'liberado' del 'comando Vizcaya' de ETA Arkaitz Goikoetxea , detenido hoy en Bilbao junto a otros ocho supuestos miembros legales de la banda, se ausentó en enero pasado de un juicio en la Audiencia Nacional en el que estaba acusado de una decena de actos de 'kale borroka' que tuvieron lugar durante la fiestas de Galdácano (Vizcaya) en septiembre de 2000.

   En el juicio estaba previsto que se sentaran en el banquillo 19 personas, aunque finalmente sólo 16 se presentaron ante el tribunal. Además de Goikoetxea, se declararon en rebeldía Jurdan Martitegi, al que también se vincula con el 'comando Vizcaya', y el también miembro de la organización Oier González.

   Ante la incomparecencia de los tres acusados, la presidenta del tribunal, Angela Murillo, dictó órdenes de busca y captura contra todos ellos. El fiscal Vicente González Mota solicitaba para los acusados una pena de cinco años de prisión por un delito de desórdenes y otro de daños públicos.

   Además, la Fiscalía retiró su acusación contra otras dos personas: el etarra Zunbeltz Larrea, que acreditó que tenía 17 años en el momento en el que se produjeron los hechos, y Urtzi Murueta Gondra, absuelto en febrero pasado de facilitar datos para el asesinato del juez de la Audiencia Provincial de Vizcaya José María Lidón.

   En este proceso, la Audiencia Nacional absolvió por cuarta vez a otro presunto 'liberado' del 'comando Vizcaya', Gorka Lupiáñez Mintegi. La Sección Primera de la Sala de lo Penal entendió que no existía "elemento corroborador de las declaraciones inculpatorias" de los acusados que le vincularon a estos hechos.

   La sentencia condenó a cinco de los 14 acusados a penas de cinco años de cárcel por los delitos de daños continuados y desórdenes públicos. Además, les declaró responsables civiles de los daños causados, que se cuantificaron en más de 220.000 euros.