Redacción Madrid. 24 de arbil. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, eludió pronunciarse hoy sobre la intención del Gobierno de cerrar o mantener en funcionamiento la central nuclear de Garoña (Burgos), donde anoche se produjo un incidente que "no ha supuesto ningún daño para los trabajadores, para la salud o para el medio ambiente", especificó.
De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, recordó que la posición del Ejecutivo sobre este tema ya es conocida e insistió en que la decisión sobre el cierre o la permanencia de la central "se adoptará en el momento en el que llegue el día en que finalice su periodo de vigencia".
Por otro lado, y en la relación con la lucha contra el cambio climático, el Gobierno dio luz verde a la creación de un Observatorio de Salud y Cambio Climático, que estará adscrito al Ministerio de Sanidad y Política Social, y será desarrollado y gestionado junto al ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Uno de los objetivos de este centro será estudiar los efectos del cambio climático que están asociados a la salud de las personas, como los efectos asociados a la contaminación atmosférica, aumento de las temperaturas e incremento de la frecuencia de las olas de calor; o, por ejemplo, en cómo una mayor variabilidad de las precipitaciones puede afectar a la calidad de las aguas y modifica los patrones de enfermedades infecciosas.