Miguel Ángel Guijarro. 27 de marzo. Este domingo se celebra la reedición de la Asamblea del Real Madrid. La expectación creada solo interesa a los medios ya que el aficionado, hablo del madridista, pasa olímpicamente de lo que pueda decidirse en esa reunión de compromisarios. Por muy límpia que sea la votación, la ratificación o lo que se les ocurra, el daño a la imagen del Real Madrid ya se hizo en su momento bajo el mandato del ahora presidente de la Comisión de los actos del Centenario federativo, Ramón Calderón... tiene guasa que la presentación de dichos actos tuviera lugar en la Ciudad del Fútbol, con el propio Calderón y en el Salón, Luis Aragonés (que cachondos los de la RFEF). En la calle la gente está pendiente del partido de España ante los turcos, de las protestas de los autónomos, de la crisis que entra por todas las ventanas de nuestras casas y sobre todo de si lloverá o no durante la Semana Santa. Sinceramente, la Asamblea blanca interesa a muy pocos, es más, se ha mirado con lupa tanto el sistema de votación, que salvo salidas de pata de banco de algún compromisario, me espero una asamblea light, de esas insoportables, una loa al madridismo a seis puntos del Barcelona. Como digo, más interesa a los aficionados lo de mañana sábado que lo del domingo. La ‘Roja’ tira y eso se ha comprobado en la celeridad con la que se han agotado las entradas para asistir al partido. Los precios también ayudan ya que ver a la mejor selección de Europa no es caro, pero lo destacable son las ganas de niños y mayores de ver a unos jugadores de los que nos sentimos orgullosos, que sentimos nuestros y a los que queremos llevar hasta el Mundial alentándoles desde la grada. Eso si que es noticia de interés general. Lo del Madrid es un asunto doméstico que quedará solapado (salvo algún devanéo compromisario) por el juego de los de Del Bosque. Que salga una buena asamblea, que no haya apaños, pucherazos y cacicadas que vuelvan a tirar por tierra la imagen del Real Madrid. Eso depende de los socios ya que los demás, seguriemos escuchando hablar de Florentino, cuando éste, salvo que alguien me diga lo contrario, aún no ha dicho que se presentará a las elecciones