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Diario YA


 

galerias preciados: De cero a 33.000 millones de pesetas

Auge y caída de don José Mª Ruiz-Mateos

Ramiro Grau Morancho, Académico Correspondiente Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Lo primero que diré, como católico que soy, es que siento mucho el fallecimiento de don José María Ruiz-Mateos, Marques de la Olivara, título nobiliario concedido por la República de San Marino, pero reconocido por el Reino de España, es decir, perfectamente legal.
          Don José María siempre buscó los fines que perseguía no de una forma recta y clara, sino utilizando caminos torcidos. Tal vez hacía suyo el viejo adagio de que Dios escribe recto con renglones torcidos.
          Desde ese título presuntamente “comprado” en San Marino, a cambio de la concesión de un crédito en condiciones muy ventajosas a la citada república, según él mismo declaró en su día, hasta la adquisición de varios centenares de empresas…, a precios de saldo.
          Por no hablar de la existencia de una red de 18 bancos, que eran simples escaparates para obtener dinero, con el que luego conceder préstamos a sus propias empresas. Y hablo de bancos conocidos, pues había varios más “sumergidos”, es decir, que no figuraban entre sus activos, pero que también controlada, seguramente no al 100%, pero si en gran parte…
          ¿Cómo es que los Servicios de Inspección del Banco de España no detectaron el enorme agujero que, presuntamente, era el holding de la abeja…? Es posible que si advirtieran de lo que sucedía, pero los órganos superiores, gobernador y subgobernador, etc., hicieran la vista gorda, o echaran directamente al cajón de su mesa los informes correspondientes.
          Y, también es muy probable que la existencia de una tupida red de relaciones personales, tejidas al hilo de la Obra permitiese que don José María siguiese adelante, siempre a cambio de generosas donaciones, se entiende.
          Ruiz-Mateos hablaba de 3.000 millones de pesetas entregados gratis et amore para la construcción del gigantesco Santuario de Torreciudad, ignoro si es cierto, y de cómo un abogado recomendado por el Opus Dei, don Crispín de Vicente, creo recordar, le había “traicionado”, siempre según decía él mismo.
          O de cómo el PP había recurrido el Decreto-Ley de expropiación, pero no la Ley posterior, argumento jurídico que sirvió para que el Tribunal Constitucional español, por 6 votos a favor y 6 en contra, declarase la constitucionalidad de la expropiación, merced al voto de calidad de su Presidente, García-Pelayo, quien seguidamente se autoexilió en Venezuela, dónde acabó sus días, no sin antes obtener una pensión especial como Coronel del Ejército de la República, del que había sido Oficial durante la Guerra Civil, supongo que como Teniente…
          Y el Tribunal Constitucional empezó a cavar su propia fosa, que no ha hecho más que agrandarse con episodios chusmos posteriores: sentencia sobre el estatuto de Cataluña, etc.
          Luego vino Nueva Rumasa, posiblemente liderada por sus hijos, con un claro afán de revancha, de cobrarse todo lo que se les había expropiado, sin indemnización alguna. Y de aquellos polvos vinieron estos lodos.
          Descanse en paz un gran emprendedor, o es posible que solamente un gran especulador. De cualquier forma, si Galerías Preciados fue vendida al multimillonario venezolano Gustavo Cisneros por su “amigo” Felipe González por 3.000 millones de pesetas, y revendida al año siguiente por 33.000 millones, sería verdad que valía muchísimo, y fue valorada a precio de saldo por el Gobierno del PSOE. Posiblemente a cambio de “generosas donaciones” para el partido.
          

 

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