Redacción Madrid. 30 de septiembre. La demanda de gasolinas y de gasóleos cayó un 4,7% y un 2%, respectivamente, en julio respecto al mismo mes del año anterior, según datos avanzados hoy por el Ministerio de Industria.

   Expertos del sector energético achacaron este descenso mensual del consumo de carburantes, que se suma al experimentado en mayo y en junio, a las consecuencias de la crisis económica.

   Por su parte, los querosenos y los gases licuados del petróleo  (GLP), registraron descensos del consumo del 12% y del 3,1%, respectivamente, mientras que la demanda de fuelóleos se incrementó un 3,1%.

   De este modo, la demanda global de productos petrolíferos se situó en julio en 6,329 millones de toneladas, con una disminución del 2,8% en comparación con julio de 2007.

   El consumo total de gas natural en julio de 2008 fue de 37.373 gigavatios/hora (GWh), cantidad que supone un aumento del 13,5% respecto a julio de 2007. Este consumo, corresponde en su totalidad al mercado liberalizado, lo que supone un aumento del 19,1% respecto al mismo mes del año pasado en este segmento de mercado.

   De su lado, los precios antes de impuestos del gasóleo de automoción, el carburante con mayor volumen de demanda, subieron en España un 50,73% entre junio y agosto respecto al mismo periodo del año anterior y un 52,07% en la eurozona, frente al aumento del 58,76% de su cotización internacional.

   Según Industria, la evolución de los precios medios de los derivados del petróleo y de sus márgenes de comercialización fue en España similar a la de la Unión Europea durante dicho periodo. No obstante, el margen de comercialización de la gasolina sin plomo aumentó 0,58 céntimos por litro en España, mientras que en la eurozona disminuyó en 0,36 céntimos por litro. Los del gasóleo de automoción subieron 3,11 céntimos el litro tanto en España como en la eurozona.

   La cotización internacional de la gasolina sin plomo aumentó un 32,95% en comparación con el mismo período del año pasado, algo menos que de la del crudo, cuya variación fue de un 51,85%. El aumento se reflejó en subidas de los precios sin impuestos en España de un 25,71%, más de un punto superiores a los de la eurozona (24,07%).