Barack Obama advierte a Corea del Norte
Redacción Madrid. 27 de abril.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, urgió a Corea del Norte a cumplir con su obligación de liberar a la península coreana de armas nucleares. "Esperamos que podamos retomar las discusiones con Corea del Norte que la llevarán a reasumir su responsabilidad de liberar de armas nucleares a la península", apuntó Clinton desde Bagdad, adonde llegó por sorpresa este sábado.
La funcionaria hizo esta declaración después de que trascendiera que Corea del Norte ha comenzado a reprocesar barras de combustible nuclear en su reactor, lo que podría ser un paso para producir plutonio lo suficientemente enriquecido como para ser usado en armas atómicas.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Megan Mattson, señaló que "no aceptaremos a Corea del Norte como un estado con armas nucleares".
Este sábado, la agencia oficial de noticias de Corea del Norte KCNA informó, citando a un portavoz de la cancillería, que "el reprocesamiento de barras de combustible usadas en la planta piloto de energía atómica comenzó tal como se declaró en el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores con fecha 14 de abril". Esa fue la fecha en que Pyongyang abandonó las negociaciones internacionales destinadas a eliminar su programa de armas nucleares, conocidas como el diálogo de seis naciones, y anunció que volvía a abrir su reactor de Yongbyon.
"Esto contribuirá a fortalecer la disuasión nuclear para la autodefensa de todas las formas, a fin de lidiar con las crecientes amenazas militares de fuerzas hostiles", añadió la agencia.
La tensión entre Pyongyang y la comunidad internacional aumentó en abril después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenara el lanzamiento de un cohete norcoreano de largo alcance.
Corea del Norte siempre sostuvo que no se trató de un misil sino de un intento de colocar un satélite en órbita como parte de un programa espacial pacífico.
La reacción norcoreana no se hizo esperar y poco después expulsó a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pidiéndoles además que retiraran todos los sellos y cámaras de la planta nuclear en Yongbyon.
El diálogo de seis naciones -que comprendía a Corea del Norte, a sus vecinos más inmediatos y a Estados Unidos- sufrió varios tropiezos desde su inicio hace más de cinco años, pero esta vez el gobierno de Pyongyang asegura que jamás regresará a la mesa de negociaciones.