Redacción Madrid. 30 de abril. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa de la Vega aseguró hoy que la posición del Ejecutivo es de "respeto" a las decisiones que toma el Congreso en referencia a la decisión de la Mesa del Congreso de admitir a trámite la propuesta de ICV para reprobar al Papa Benedicto XVI por las declaraciones que hizo durante su visita a Africa en contra del uso del preservativo como solución eficaz contra el SIDA. Gracias al voto favorable de Celia Villalobos y de Ana Pastor, ambas diputadas del PP, la iniciativa de
ICV fue aprobada en la Mesa del Congreso. Los votos de la derecha sirven, una vez más, para dar carta de naturaleza a las iniciativas de la izquierda separatista.
De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, explicó que a pesar de la polémica que ha generado "se trata de una iniciativa planteada por un grupo parlamentario y que ha sido la decisión soberana de la Mesa del Congreso la que determina la calificación de la misma" y que por lo tanto el Gobierno "no tiene nada que decir". "Respeto absoluto al ámbito parlamentario", apostilló.
La 'número dos' del Ejecutivo recordó que las relaciones con el Vaticano se sostienen "en el respeto y en la autonomía" a pesar de "la diferencia de posiciones sobre diferentes temas".
En este sentido, explicó que la postura sobre el SIDA es uno de los asuntos sobre los que discrepan y lamentó que a pesar de los avances todavía no haya "vacunas contra el virus del sida".
De la Vega también se refirió al Debate sobre el Estado de la Nación y las quejas de algunos grupos parlamentarios por la forma en la que se produjo el anuncio de las fecha en la que se celebrará este debate anual.
La vicepresidenta aseguró que la comunicación se hizo "en tiempo y forma" y que además se hizo con una "cortesía que nunca antes se tenía".
De la Vega recordó que durante su intervención, Zapatero hará un análisis de la situación que vive el país así como una evaluación de las principales medidas que ha puesto en marcha el Gobierno.