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Diario YA


 

Contrastes

Benedicto XVI y el G-20

Jesús Domingo Martínez

La “cumbre” en Seúl, del llamado G-20, parece un campo de batalla de las monedas nacionales del que puede depender la evolución de la crisis económica. Ante esta situación, nuestro presidente Zapatero ofreció en Seúl una fórmula mágica para crear empleo: la llamada economía verde que en España está aún muy lejos de surtir efecto en la generación de empleo.

La “cumbre” corre el riesgo de convertirse en una mera plataforma en la que cada cual defiende sus propios intereses sin llegar a ningún acuerdo equilibrado para dinamizar la economía mundial. Y justamente por ello, Benedicto XVI ha dirigido un mensaje a los participantes en el que recuerda que para el futuro de la humanidad es decisivo demostrar que hoy, también gracias a esta crisis, los sistemas económicos, sociales y políticos, pueden converger en una visión compartida de la dignidad humana y respetuosa de las leyes y de las exigencias puestas en ella por Dios creador. Pone así de manifiesto que los instrumentos políticos y económicos son importantes, pero más aún que crezca una convicción compartida de la dignidad y el valor de toda vida humana. Sin duda se da un claro contraste entre los que piensan en la dignidad humana y los que su objetivo es lo inmediato.