Botin, el restaurante más antiguo del mundo
José Buitrago
"Lo que más nos importa es complacer al cliente. Si el público acepta la Casa, sincera como es, cómoda, pero sin lujos y con el mejor género que se pueda ofrecer, para mí es bastante."
En estas sencillas palabras se resume lo que es la filosofía de Botín. Buscamos, ante todo la satisfacción del cliente con todo lo que ello implica. Y para conseguir este objetivo pensamos que deben estar involucradas desde la primera hasta la última persona que forma parte de la empresa. Esto se concreta en tres apartados: Hospitalidad, buen servicio y buena cocina.
Hospitalidad
La hospitalidad es algo más fácil de sentir que de explicar. Hay que dar al cliente un trato cálido y acogedor, que le haga sentirse a gusto.
Buen servicio
Esta área abarca un amplio espectro de tareas:
- Hay que cuidar la apariencia del local, de las instalaciones y del personal.
- Debemos ofrecer fiabilidad dando al cliente lo que espera de nosotros, así como reaccionando rápido (capacidad de respuesta) en caso de que surja algún problema o queja. Y siempre que sea posible hay que tratar de anticiparse a los problemas.
- Tenemos que demostrar profesionalidad manteniendo y actualizando nuestros conocimientos y habilidades.
- La cortesía y la accesibilidad son también fundamentales. Al cliente hay que tratarlo con respeto, consideración y simpatía, contestando a su demanda de información con un lenguaje que pueda entender. Y es importante que, en un momento dado, tanto el cliente como el personal puedan tener acceso a los responsables de la empresa.
- Es necesario crear un entorno seguro tanto para los clientes como para el personal.
- La confianza y honestidad que proyecta la empresa y su personal le dan credibilidad de cara al cliente.
Buena cocina
Una elaboración cuidada y la utilización del mejor género que podamos encontrar son los secretos para que nuestros tradicionales platos sigan siendo del gusto del cliente.