Redacción Madrid. 9 de Septiembre.

    El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció hoy la retirada de unos 8.000 militares estadounidense de Irak y el incremento del contingente norteamericano destinado en Afganistán durante un discurso pronunciado hoy en la Universidad Nacional para la Defensa, una institución dependiente del Pentágono.

   Bush ordenará la retirada de un batallón de "marines" desplegado en la provincia de Anbar y de una brigada de combate del Ejército de tierra para que el repliegue sea efectivo antes de febrero de 2009. También serán retirados más de 3.000 militares de la Fuerza Aérea, ingenieros militares y policías militares, según informó la emisora Voice of America.

   "Aunque el enemigo en Irak aún es peligroso, hemos logrado la ofensiva y las fuerzas iraquíes están cada vez más capacitadas para liderar y ganar la lucha. En consecuencia, hemos podido desarrollar una política de 'retorno exitoso' y reducir las fuerzas de combate estadounidenses en Irak mientras siguen mejorando las condiciones sobre el terreno", afirmó Bush.

   Si siguen produciéndose mejoras, indicó el presidente estadounidense ante un auditorio compuesto por altos mandos militares y estudiosos de la universidad, podrían producirse más reducciones de tropas en el primer semestre del año próximo. "Si el progreso en Irak se mantiene, el general (David) Petraeus (comandante de las fuerzas en Irak) y nuestros dirigentes militares creen que serán posibles reducciones adicionales en la primera mitad de 2009", señaló.

   Bush indicó además que ahora parece que existe cierto grado de "durabilidad" en los logros de seguridad de Irak, producto de su decisión del año pasado de enviar un contingente adicional. "Las muertes de civiles han disminuido, los atentados suicidas han disminuido y la vida normal está regresando a las comunidade de todo el país", destacó.

   Las brigadas y unidades del contingente adicional ya han sido retiradas, así que con la retirada de estos 8.000 efectivos para febrero de 2009 el número tropas será similar al que había antes del plan de "refuerzo" de Bush.

   AFGANISTÁN

   Bush anunció también el envío de más tropas a Afganistán, donde, según dijo, los talibán han conseguido algunos logros en su intención de agitar la confianza del pueblo afgano. "El éxito en Afganistán es fundamental para la seguridad de Estados Unidos y nuestros aliados del mundo libre", dijo.

   "Teniendo el cuenta todo el buen trabajo que hemos hecho en ese país, está claro que debemos hacer aún más. Como aprendimos en Irak, el mejor modo de restaurar la confianza del pueblo es restaurar la seguridad básica, y para eso se necesitan más tropas", explicó.

   Está previsto que un batallón de "marines" que inicialmente debía desplegarse en Irak, finalmente se destine a Afganistán. Bush aseguró que en enero se le sumará una brigada de combate del Ejército de tierra. Actualmente hay en Afganistán 31.000 soldados estadounidenses, la mayoría de los cuales están desplegados en el marco de la 'Operación Libertad Duradera' que lidera Washington.

   El presidente estadounidense indicó que estas nuevas fuerzas colaborarán con las tropas afganas para proporcionar seguridad, proteger las infraestructuras, y ayudar a garantizar el acceso de los afganos a la educación y a la sanidad.

   También tuvo palabras para Pakistán y dijo que Estados Unidos debe ayudar al país a derrotar a los talibán y a los combatientes de Al Qaeda que utilizan las regiones fronterizas para desestabilizar tanto Afganistán como Pakistán.

   "La derrota de estos terroristas y extremistas es una prioridad para Pakistán. Suponen una amenaza mortal para el futuro de Pakistán como nación libre y democrática. La derrota de estos terroristas y extremistas es también una responsabilidad de Pakistán, porque cada nación tiene la obligación de gobernar su propio territorio y garantizar que no se convierte en refugio seguro para el terror", añadió.

   Bush reveló que ha hablado por teléfono con el recientemente elegido presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, para prometerle el apoyo total de Estados Unidos en la nueva lucha de su Gobierno contra los extremistas.