Las entidades financieras se han percatado de que en el entorno online disponen de un ecosistema comercial listo para satisfacer las necesidades de sus clientes. Debido a ello, son muchas las compañías de este sector que han apostado por la transformación digital de sus servicios, optimizando la eficiencia con la que operan a diario. Ahora bien, como clientes, es importante saber qué recursos efectivamente merecen nuestra confianza y cuáles nos pueden llegar a jugar una mala pasada. Con esto en mente, pasamos a darte una serie de consejos para que aproveches una de las ventajas más significativas del mercado actual: los préstamos online.
 
Acude a las entidades financieras de referencia
La posibilidad de solicitar y recibir un préstamo rápido online se antoja todo un motivo de celebración; no obstante, conviene dejar claro que no es una operación exenta de riesgos. Son muchas las plataformas web que se ofrecen para otorgar capital en el acto a sus clientes, pero, a la hora de la verdad, no todas ellas cumplen con las garantías de seguridad exigidas.
Debido a ello, el punto del que debes partir al pedir un crédito por internet es que solo las entidades de referencia se merecen tu confianza. ¿Cuáles son dichas entidades? Los principales bancos del país y las compañías que gozan de una dilatada trayectoria en el mercado son tus dos únicas opciones. Habiendo de evaluar minuciosamente las reseñas de otros clientes y los años en activo de cada empresa en cuestión.
Así pues, te desaconsejamos pedir dinero a entidades que te prometan el cielo y la tierra: nadie regala nada y las letras pequeñas o las estafas son un peligro real que pueden comprometer tu integridad económica a corto y largo plazo. Por consiguiente, quédate solo con compañías reconocidas en la industria, a ser posibles instituciones bancarias sólidas.
 
Calcula los intereses del préstamo de antemano
Una de las principales ventajas de acudir a las entidades bancarias que operan de manera virtual es que vas a gozar de los máximos índices de transparencia en cada paso. Hablamos de plataformas online que disponen de sistemas de alta eficiencia como los simuladores digitales, permitiéndote así medir detalladamente las condiciones concretas del crédito.
Utiliza las calculadoras que ponen a tu alcance en sus respectivas páginas web para indicar la cantidad de dinero que necesitas (en los préstamos online suelen ir de los 4.000 € a los 12.000 €) y el plazo de devolución (generalmente entre 36 y 72 meses). Una vez lo hagas, te aparecerá la cuota fija que vas a tener que abonar todos los meses para devolver el importe total.
Si la entidad elegida es la adecuada, también tendrás claros los intereses; bien sea el tipo deudor o el TAE. En este aspecto, es habitual que el tipo deudor tenga una tasa alrededor del 11% y el TAE poco menos del 13%; sin embargo, si quieres cambiar estas comisiones, siempre puedes variar la cantidad de dinero solicitada y el plazo de devolución. Un proceso telemático muy sencillo de realizar con el que llevarás a cabo la solicitud deseada con las condiciones óptimas según tu perfil en particular.
 
Préstamos diseñados para gastos comunes
Los préstamos online de las mejores compañías financieras presentan otras tantas ventajas como el hecho de no tener que cambiar de banco, las cuotas fijas para evitar sorpresas o la posibilidad de cancelar de manera total o parcial el crédito. Asimismo, conviene destacar que hay empresas que han diseñado préstamos que dan respuestas concretas a gastos muy habituales; lo cual te va a permitir adaptar más si cabe la solicitud a tus requisitos concretos.
Algunos de los ejemplos más comunes son los préstamos para vehículos de ocasión, para la reforma de viviendas, para los estudios o incluso para los viajes más importantes. Todas estas situaciones suelen exigir el pago de un importe concreto de manera inmediata y, si no dispones del capital suficiente, los créditos rápidos online son una muy buena solución. Más todavía si tenemos en cuenta la accesibilidad que existe en el mercado virtual contemporáneo.