Cómo se expolia el Patrimonio Histórico español o cómo cubrir el expediente, un pipí y a la cama
Jorge Llopis Planas. Perito Tasador y Judicial en Arte y Antigüedades. Aprovecho para felicitarles el Nuevo Año y desearles lo mejor para este 2016 que buena falta nos va ha hacer a todos con la que se está preparando. Una vez más y fortalecidos por superar las “entrañables Fiestas” y con el eterno propósito de “al IMBÉCIL lo aguanta su madre: El año que viene, te juro que lo pasamos en Katmandú”, nos enfrentamos a un año que como decía se presenta ciertamente incierto.
Y el mundo del arte no va a ser menos. El pasado diciembre acudí de nuevo al seminario anual que organiza desde hace 4 años la Subdirección General de Protección del Patrimonio Artístico, que pertenece a la Dirección General de Bellas Artes , Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, y que a su vez pertenece al Ministerio de Educación Cultura y Deporte (todo un laberinto administrativo como se ve), bajo el sugerente titulo “Encuentro profesional, Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales”. Estos encuentros tendrían una finalidad interesante y muy importante ya que cada año, se centran en un aspecto concreto relacionado con esta lacra cultural. Este año se centró fundamentalmente en aspectos jurídicos relacionados con este problema de todos aquellos que sentimos que nuestros Bienes Culturales, son también una parte de España.
La presencia de estudiantes y jóvenes profesionales del Derecho, me ha hecho comprender que el arte es un tema que preocupa a este sector, ya sea porque es una nueva línea de negocio, o ya sea porque no tienen nada mejor que hacer. Como decía anteriormente la iniciativa “tendría una finalidad interesante”, si realmente se plantease, no cual es el problema, sino hasta donde llega el problema. Estas jornadas serían interesantes, sí explicasen a los profesionales cuales son los cauces y medidas a tomar. Serían interesantes si contaran con la presencia y el apoyo de los medios de comunicación, ya sean especializados y generalistas, ya que el problema es más serio de lo que pueda suponer que un fin de semana uno se lleve a casa una moneda romana encontrada en el campo o un trozo de ánfora cuando se bucea, pero me parece las jornadas que no son más que una justificación de las actividades divulgativas de dicha Dirección General de Bellas Artes. El llamado expolio del patrimonio en nuestro país es y ha sido un asunto grave, no me cabe duda.
Pero el tráfico ilícito de bienes culturales es una cuestión más extensa. Implica financiación ilegal de grupos terroristas y blanqueo de dinero de mafias tradicionales. Implica el reconocimiento de estructuras especializadas en nuestro territorio o que nuestro territorio es la casa de “Tócame Roque”. Implica líneas de actuación más ágiles o que deberían serlo, porque claro, cuando llegó el turno obligado de los Cuerpos de Seguridad del Estado, a través de sus respectivas unidades y brigadas de protección del patrimonio, ya se imaginarán cual es el principal problema tratándose de los dos Cuerpos…Cada uno en su casa y Dios en la de todos y la casa sin barrer. Si la cuestión es tan grave, que lo es, ya que no sólo afecta a cuatro restos olvidados en el campo o el mar. Se trata de delitos económicos y hasta de corrupción en algunos casos (mirar hacia otro lado o participar de ello directamente), de contrabando, de falsificación y de fraude, con todo lo que ello puede implicar a nivel organizativo criminal y sus consecuencias, pasando por robo y asesinato incluido.
Que estamos hablando de mucho dinero, oiga. Nos faltan datos para darnos cuenta, y concretamente datos sobre España y lo que supone esta lacra para nuestro país y su economía. Que me digan que el asunto del trafico ilícito es el tercer tipo de delito de tráfico ilegal (después del tráfico de drogas y de armas), ya lo sabemos. No me canso de explicarlo, pero todavía estoy esperando que me aclaren cuestiones como: ¿A cuánto asciende económicamente el robo de restos arqueológicos en España? ¿En cuánto se cuantifica el importe del fraude que se esperaba conseguir con las obras falsificadas intervenidas en España? ¿Cuántas obras de arte españolas o de propietarios españoles han sido recuperadas y su valor , para que conozcamos al menos quien es el responsable? ¿Qué inversión supone, o si o prefieren que dotación económica tienen los Cuerpos de Seguridad del Estado, a través de sus respectivas unidades y brigadas de protección del patrimonio para ello? ¿Cuál sería la responsabilidad, actuación o compromiso de los profesionales independientes que estamos diariamente trabajando “ a píe de calle” más allá del papel de “chivatos” o soplones?.
Ya ven, casi nada. A mi entender la única intervención que fue realmente esclarecedora fue la de la primera ponente, la profesora Mª José Martínez Ruíz, de la Universidad de Valladolid, que explicó como se ha expoliado en España y los motivos porque el pueblo español no tiene, ni ha tenido conciencia de que es el Patrimonio Histórico Español. Celtiberia pura. Del resto, en todo caso y con un buen reportaje de Informe Semanal estaría resumido el asunto: El lacerante expolio arqueológico; Casos archiconocidos de ROBO subacuatico organizado (caso Odissey y demás ejemplos de lo bien que lo hacen y lo mal preparados que estamos); Como está redactada la Ley al respecto y los errores del legislador que lo hizo (hora y media sobre comas y puntos, que no hacen más que confirmar que desde el año 1982 esta Ley es obsoleta) y las graciosas anécdotas de la Guardia Civil con los ladrones patrios o como Al Qaeda, Isis y la Mafia italiana se financian con el robo arqueológico y el tráfico de arte (como ya expliqué hace años)…
Hasta aquí, ya les digo que con un reportaje bien hecho de la 2 (bien hecho, reitero) ya se cumple. No estaría de más, ya que el asunto es tan importante, que además de las consabidas compañas institucionales sobre reciclado de latas o no tirar chicles al suelo, el Ministerio de Cultura hiciera alguna advirtiendo de la compra fraudulenta de antigüedades y arte en Internet con algún número para denuncias, o que ir a bucear y sacar un casco romano no es una proeza sino un delito o explicar lo que vale el Guernica y que ese dinero es de todos. En su momento ya lo hizo contra los top mantas ¿O fue la SGAE?. Lo que sea , pero ya ven que cuando hablamos del dinero de los “colegas” si que mueven el culo…
A mi entender, el asunto está más que claro. El sistema, protocolo y entidades implicadas están obsoletas. Por un lado en Internet se vende y compra todo. Si es posible detectar a gente que publica asquerosidades sobre nuestros niños o mamarrachadas de nuestros políticos, ¿No es posible detectar e investigar anuncios tipo “ SE VENDE ASA DE ANFORA ROMANA “?. Les aseguro que está ahí. Es lo más fácil y directo. Alguno dirá que hay mucho. Demasiado diría yo y además muy difícil de seguir, pero alguien ha preguntado si las páginas Web que venden, exigen que se mencionen certificados o títulos de propiedad.
Por ejemplo y no me meto con el libre mercado. Por otro volvemos al asunto de los Cuerpos de Seguridad del Estado y su más que archiconocida rivalidad. A lo mejor lo que hace falta es que se cree un organismo específico de delitos económicos vinculados con el patrimonio histórico y artístico, y ya que se trata de delitos económicos quien mejor que la Agencia Tributaria. A estos si que por recaudar no les duelen prendas. Policía y Guardias a investigar e intervenir pero con una única cabeza dejando las rivalidades para cantinas de cuartel o partidos de fútbol “intercuerpos”. Y del Ministerio y su Subdirección General de Protección del Patrimonio Artístico, junto con la Junta de Valoración de Patrimonio Artístico, mejor ni mencionallo: Todo menos bonito según los comentarios de asistentes profesionales… ¿Y de nosotros los Peritos Tasadores?, pues mire, muy fácil. Si queremos actuar como tales, se debería crear un organismo oficial vinculado o un registro oficial adscrito en el que tengamos que prestar juramento de colaboración con las obligaciones, responsabilidades y por supuesto atribuciones que corresponda.
Tengan en cuenta que a menudo algún imbécil cree que somos peristas y se pone en contacto con nosotros y por nuestra experiencia intuimos quien es de los “malos” o un pobre despistado. ¿No llamamos a la policía, entonces? Por mi parte, el trato que he recibido, alguna vez ha sido casi vejatorio, como a un sospechoso y la verdad es que con dos licenciaturas, varias especializaciones, mili hecha con honores, casado por la Iglesia, con todos los puntos del carnet desde hace 10 años y sin antecedentes penales de ningún tipo, no estoy por aguantarle a nadie impertinencias, por muy subinspector o sargento que sea.
Ellos se lo pierden… J
orge Llopis Planas Perito Tasador y Judicial en Arte y Antigüedades Connoisseur d’Art http://www.arstasante.com