Fidel García Martínez

Los lugares de  Culto Católico, casi en su totalidad, han permanecido cerrados y aún permanecen clausurados a cal canto, lo que ha supuesto para muchos fieles católicos, que en su inmensa  mayoría, nunca habían vivido y jamás habían pensado  que tal realidad fuera posible hace  solo unos meses. Son muchos los que han pensado que no era necesaria tanta rigidez y clausura, sin embargo la Iglesia Católica tanto en sus pastores como en sus sacerdotes y fieles ha sufrido estas duras medidas con resignación, paciencia  y colaboración ejemplar. Ha habido momentos  en los que la fuerza pública se ha extralimitado en su celo y no sólo ha impedido la celebración de algún  acto de culto católico, sino también ha clausurado la celebración iniciada de alguna Eucaristía (Santa Misa) lo que no suponía ni un quebrantamiento de  normas, ni un peligro de  ser infectado. Se han dados casos  realmente sorprendentes como fue el del alcalde de un pueblo de Badajoz, que fue multado por preocuparse del estado de salud de sus vecinos y dejarles en la puerta de sus domicilios unas humildes  hojas de olivo, con todas las garantías sanitarias, para celebrar privadamente en sus hogares  el tradicional Domingo de Ramos. No se sabe, por qué, si por causas sanitarias o por prejuicios anticatólicos, los policías multaron al alcalde, se supone por orden de la Delegación del Gobierno.
Después de esta dura  experiencia parece ser que las cosas pueden cambiar, siempre y cuando los fieles católicos, como todos los ciudadanos, sigan con fidelidad y compromiso las disposiciones gubernamentales  anunciadas por el Presidente el Gobierno, que en síntesis  son: los lugares de culto católico abrirán una tercera parte de su capacidad a partir del 11 de mayo (tradicional mes de la flores dedicado a la Santísima Virgen María), primera fase. Si todo sale bien y no hay razones ni motivos para que esto no sea así, a partir del 25 de mayo podrán abrir con una nueva capacidad de 50%. Se prevé que se llegue a la nueva normalidad de apertura total  de los templos, según horario tradicional, a finales de junio. Siempre por supuesto que se cumplan los objetivos sanitarios previstos.
Otras medidas importantes relacionadas con los honras fúnebres son: desde la fase 1, bajo estrictas medidas de seguridad, lo velatorios están permitidos. Incluso se podrá viajar a otra provincia para despedirse de un familiar, aún el caso de que la fase no permitiese la movilidad interprovincial.