Cambiar para sentir que nada cambia
El paso de los años tiende a hacernos sentir que necesitamos un cambio. Uno que puede ser más o menos radical, dependiendo de lo que busquemos.
Cuando empezamos a vivir, no nos damos cuenta de que todo lo que nos rodea está en un cambio constante. Hasta conceptos como la belleza evolucionan y son hoy diferentes a lo que eran hace unos años. Y a lo que serán dentro de otros tantos. Tarde o temprano entramos nosotros en esa dinámica, hasta el punto de notar que algunos de los cambios que nos suceden no nos gustan. Y hacemos cambios con la intención de seguir viéndonos igual. Un ejemplo lo tenemos en la cirugía estética.
Complejos que aparecen con la edad
Si hay algo que no nos hace sentir que somos nosotros mismos son los complejos. Aunque todos tenemos alguno, los físicos suelen ser los que más nos atormentan, ya que pensamos que todo el mundo se fija en ellos.
Unas orejas algo separadas de la cabeza, un pequeño defecto en la nariz o las bolsas en los ojos que se forman con la edad son algunos de los “problemas” que nos gustaría solucionar. De ahí que a veces recurramos a tratamientos de cirugía como la otoplastia en Barcelona.
Aunque es cierto que algunos de estos cambios físicos son el resultado de hacernos mayores, otros nos han estado acompañando toda la vida. Y no siempre se han visto como un defecto. A menudo es la necesidad de un cambio lo que nos lleva a tomar estas medidas, como si nos hiciera falta sentir que tenemos el control.
En otros casos la gravedad hace su trabajo, y vemos cómo en nuestra cara empiezan a aparecer. Signos de que estamos cambiando, o que alguna de las partes del cuerpo no tienen la firmeza de antes, como el pecho, por ejemplo. En sitios como www.comohacercrecerelbusto.com hay consejos para reafirmarlo y seguir sintiendo que no estamos cambiando.
Cambios en el estilo
A menudo es la moda lo que nos hace sentir que estamos cambiando. Hay estilos de ropa que se consideran anticuados, y quienes los llevan pueden empezar a sentir que se hacen mayores. Como es evidente que todos queremos seguir siendo jóvenes por dentro y por fuera, a veces hacemos cambios en nuestra forma de vestir para conseguirlo.
Probablemente esta sea una de las maneras más sencillas de cambiar, porque lo único que necesitamos es pasar por una tienda y elegir prendas que nos gusten y se ajusten a los nuevos cánones de lo que es moderno. Unos zapatos mujer baratos tienen a menudo un poder asombroso.
Eso si, es importante no dejarnos llevar siempre por el devenir de la moda. De ser así, no estaremos nunca a gusto, porque es algo que no deja de cambiar.
Ajustes en el ritmo de vida
Otras veces, es bastante necesario hacer cambios en nuestra forma de comer o costumbres. Hoy, la mayoría de nosotros llevamos un ritmo de vida caótico, en el que es estrés se combina con una falta de nutrientes y ejercicio bastante acusada. Problemas como la deficiencia de vitamina b12 no solo afectan a nuestra apariencia externa. También se hacen notar tarde o temprano en nuestra salud en general.
Por ello, es fundamental hacer algunos cambios también en nuestro estilo de vida. A veces es complicado porque nos cuesta empezar, pero a medida que se notan los beneficios, resulta más sencillo.
En realidad, todos estos cambios tienen un objetivo muy claro: sentir que todo está como siempre, que nada cambia. Y es que al ser humano le gustan los cambios, pero no que sea él quien los experimenta en su persona.