Fernando Ballesteros. El verano ya no llega antes a esos grandes almacenes que todos conocemos que al calendario. La estación del calor, desembarca desde ya o por lo menos este año, de la mano de Florentino Pérez. Así, a mediados de junio, con las botas recién aparcadas y los chicos de Segunda para abajo luchando todavía en el campo, todos nos desvivimos para que los plazos se acorten y poder disfrutar en días de la foto definitiva de la plantilla de las plantillas.

El modesto Florentino tiene ya a sus dos piezas principales y la tercera, Villa, dicen que está al caer. Si, ya sé que se ha metido el Barcelona por medio y que en AC....perdón, en el Bernabeu, se manejan otras opciones. Pero es que suena al guión de siempre, ya saben, complicaciones, desplantes en la negociación, tira y afloja, todo calculado para dotar aún de más épica a las espectaculares operaciones de un presidente acostumbrado a la ovación permanente e incondicional. 

La Copa de las Confederaciones, torneo menor pero con una fase final que puede ser espectacular es ante tanto y tan poco variado mercado, un oasis que nos puede dar la alegría del verano. Pero si y no. Si porque sigue siendo una gozada ver jugar a los nuestros y disfrutar de sus victorias ni les cuento, pero no, porque es que estás viendo un partido de "la roja" como la llaman ahora todos y, pueden comprobarlo con cronómetro en mano, se habla más tiempo  de Villa, de su traspaso, de Silva, de Xabi Alonso, de Floren que de la propia selección. De repente hay un balón colgado y el Guaje falla el remate y el comentario es "ha bajado dos millones su cotización". En fin.

Y antes de despedirme, lo contaba Daniel Blanco el lunes, Gasol ya tiene anillo y ayer escuché sus declaraciones y le noto lanzado. Les digo yo que éste, al final se planta en el Europeo, con un par.