Carta al General de Brigada González Arteaga
Excmo. Sr. D. José I. González Arteaga
General de Brigada
Base militar
Araca (Vitoria)
Pamplona 6 de agosto de 2009
Sr:
Soy una ciudadana española de 60 años que se siente cada día convulsionada por la deriva que está sufriendo nuestra nación, con continuos ataques a la unidad de España, a la pérdida de valores individuales y colectivos de nuestra sociedad que la está conduciendo a un absoluto relativismo ético y moral, y a una falta de democracia encubierta unas veces, y descarada otras.
El motivo de mi carta es el siguiente:
Vivo desde hace 43 años en Navarra, Pamplona, y, conozco bastante el problema del terrorismo etarra ya que tengo amigos que han sufrido el zarpazo de los asesinos.
Estando aún calientes los cuerpos de los dos guardias civiles asesinados vil y cobardemente por ETA en Mallorca, aparece una noticia en un periódico digital, no de los de gran difusión (como es lógico, estas noticias se conocen de tapadillo para que los políticos y el gobierno actual no se alteren y la sociedad no esté informada y sepa cuanto menos, mejor).
En dicha reseña, se indica que el jefe de la Brigada de Infantería ligera ‘San Marcial V’, el general D. José Ignacio González Arteaga, con base en Araca (Vitoria) es decir, usted, ha multado con una reducción en sus sueldos a los responsables que estaban al mando del contingente militar que subió al monte Gorbea y colocó una bandera española en la cruz del monte. Para más “inri “, uno de los mandos es hijo del teniente coronel R. R., asesinado por una terrorista de ETA en Bilbao en marzo de 1981. Su padre era jefe de la zona de reclutamiento del Gobierno Militar de Vizcaya.
Las mismas fuentes añaden que los dos afectados recurrirán la sanción impuesta por el general González Arteaga.
No conozco bien el ambiente militar aunque siempre he sido una apasionada del Ejército, pero tengo sentido común y, sean cuales fueren sus motivaciones al tomar esta medida disciplinaria , me siento avergonzada de que muchos mandos militares españoles , entre los que parece se encuentra usted, hayan llegado a un grado de indignidad y dejación de los valores militares de los que siempre ha hecho gala nuestro Ejército a lo largo de la Historia.
Según la Constitución española, los militares deben subordinación al poder civil, no servilismo y dicha constitución también les obliga a defender España contra los que intenten destruir su unidad
“Art. 81. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. “
Por cierto, que la alusión a este artículo en su discurso en Sevilla en la Pascua Militar de 2008 le valió al General Mena Aguado una sanción de arresto domiciliario y adelanto de su pase a la reserva. Le recomiendo que lea su libro “ Militares. Los límites del silencio”. Le abrirá los ojos ante ciertos comportamientos.
Ante estas actuaciones me surgen varias preguntas:
¿Hasta cuándo vamos a soportar que "este gobierno socialista, pacifista de pacotilla, que ha convertido al Ejército español en una ONG y cuyo anterior Ministro de Defensa, Sr. Bono, dijera orgulloso que él prefería morir que matar"? ordene sanciones a unos militares por haber colocado la bandera española en un monte que está en territorio español?. ¿En qué país vivimos?
¿Cuánto tiempo vamos a aguantar los españoles estos deplorables actos? ¿Cuál es el límite de resistencia y de tolerancia de esta sociedad española, aborregada, lanar, adormecida y paralizada que no reacciona ante nada ni ante nadie?
¿En qué país se prohíbe a los militares poner una bandera nacional en su territorio? ¿El monte Gorbea pertenece a España o es propiedad privada de los nacionalistas vascos?
Los nacionalistas son separatistas por naturaleza – recuerde los últimos comentarios de un tal Ridao, parlamentario de ERC ante la dejación del gobierno central con Cataluña en el asunto de la financiación de las Comunidades Autónomas “ Hemos ganado al Estado… ahora a por la independencia…”.
No existen nacionalistas moderados y radicales porque ambos persiguen los mismos fines aunque, dicen, no con los mismos medios. Esta teoría queda anulada cuando, en el caso del País Vasco, ETA habría desaparecido hace mucho tiempo si no les hubieran apoyado, amparado y subvencionado “los llamados moderados” (recuerde a Arzallus y su cita”… ellos mueven las ramas y nosotros recogemos las nueces….”
¿Para cuándo la reforma de la ley electoral que ponga en su lugar a esta gentuza nacionalista que nos chupa la sangre y el dinero de nuestros impuestos, y se enorgullece de no ser españoles pero se aprovechan de los resquicios que les permite nuestro estado democrático y con total impunidad se sienten dueños absolutos de “su aldea”?.
Sé que posiblemente no llegue a usted esta carta y, en caso afirmativo, no habrá respuesta por su parte, pero se la envío porque mi obligación como ciudadana no se debe poner en duda y mi conciencia me exige hacerlo.
No tengo miedo a represalias de ningún tipo; como decían los clásicos …Es mejor morir que vivir sin dignidad…
De todas maneras, espero que por lo menos le haga reflexionar un poco, aunque dudo que surta ningún efecto.
Atentamente
Fdo. Encarna Vea