Castraciones y reconstrucciones de sexo: Regreso a la edad media
La Lupa del YA. Esta semana se daban a la prensa los detalles técnicos de la primera operación de cambio de sexo realizada a un menor en España. Al escuchar los pormenores de los tajos en los genitales, los orificios practicados y las fuentes de placer preservadas, no podíamos dejar de remontarnos a esas clásicas historias del pasado en las que los virgos eran reconstruídos por las alcahuetas. O a las de aquellos jóvenes, a los que en aras del "bel canto" se les rebanaba su masculinidad.
Mucho hemos tenido que soportar los católicos comentarios de todo tipo sobre las prácticas del Santo Oficio. Mucha chanza ha habido sobre el uso del cilicio. Bastante cachondeo provoca ya en muchos jóvenes la simple visión de una sotana. Y es que, en España, hace ya mucho tiempo que nos hemos empeñado en liderar esa cosa que llaman modernidad.
Líbrenos Dios de condenar los trastornos homosexuales. Clara quedó para aquellos que quisieron escuchar a nuestro miembro del consejo asesor, Doctor Aquilino Polaino, que curas hay para ellos. Pero curas civilizadas. Sin recurrir a cambiar con el escoplo, al más arcaico estilo, lo que natura ha otorgado. Sin embargo, eso es lo progre. Eso es lo moderno.
De vez en cuando resulta ilustrativo recurrir a las videotecas, y recuperar ilustrativos momentos del pasado. Recogemos hoy la que fue la primera aparición televisiva del humano más popular entre los que presumieron de nacer machos para pasar a querer ser considerados hembras. Llama profundamente la atención el año de tan estelar intervención: 1977. Sí, sí. Antes de 1978. Antes de que los españolitos hubiésemos visto la luz y consagrado nuestros derechos y deberes en la reverenciada Constitución. Sí, sí. Con las leyes del innombrable invicto sirviendo todavía de guía a los jueces.
No debe extrañar a aquellos que pensamos que una cosa es comprender y respetar. Y otra, muy distinta, convertir en modelo lo que no pasa de ser una desviación.
Para recordatorio de tantos católicos de doctrina a su medida, que tanto han brillado en los pasados días de debate sobre el asesinato de los no nacidos, nos permitimos finalizar recordando lo que al respecto de los cambios de sexo declara la Iglesia. El Papa Benedicto XVI rechazó públicamente el 22 de diciembre de 2008 el cambio de sexo de los seres humanos al sostener que nadie puede contradecir la decisión de Dios, el único capaz de definir si las personas nacen hombre y mujer.
'No es una metafísica superada si la Iglesia habla de la naturaleza del ser humano como un hombre y una mujer y pide que este orden de la creación sea respetado', dijo el Papa en un discurso a los miembros de la Familia Pontificia.
El obispo de Roma advirtió que la naturaleza se expresa en el 'lenguaje de la creación', cuyo desprecio sería 'la autodestrucción' del hombre y, por lo tanto, una destrucción de la obra misma de Dios.
Condenó la llamada 'ideología de género' (corriente de pensamiento que abre la puerta a tendencias homosexuales, bisexuales y transexuales) y la calificó como un intento por 'emancipar' al hombre de la creación y del creador.
'El hombre quiere hacerse él solo y disponer siempre y exclusivamente de aquello que le toca; pero en este modo vive contra la verdad, vive contra el espíritu creador', apuntó.