Principal

Diario YA


 

Editado por Homo Legens

Catecismo de la Suma Teológica

José Antonio Ullate Fabo
 

Ha llegado el día en que afirmar las verdades más elementales es un gesto de audacia y, en no pocos casos, requiere una fortaleza inasequible a los pusilánimes. Pareciera que la interrogación rotunda de San Agustín, cuando en su entusiasmo fundado se preguntaba “¿Qué desea el alma con más ardor que la verdad?”, pueda tener la ramplona respuesta de: “Cualquier cosa”. Por eso, la publicación de un libro como el Catecismo de la Suma Teológica, del Padre Pégues O.P., hoy es un derroche de audacia y de fortaleza, que no pueden tener otro origen que una firme fe y una no menos rocosa esperanza en la acción de Dios sobre el mundo, dicho sea en honor del editor, Homo Legens.

No puedo menos que felicitarme por la aparición de este volumen, que a pesar de haber sido publicado por vez primera en francés hace casi un siglo, conserva el vigor, la fuerza y la frescura de la verdad, porque la verdad no envejece. Como puede fácilmente deducirse, el Catecismo de la Suma Teológica es un resumen de la obra cumbre de Santo Tomás de Aquino. La ortodoxia probada y la competencia de largos años de estudio y enseñanza de las obras del aquinate, hacían del Padre Pègues un divulgador riguroso de la teología del Ángel de las Escuelas, el doctor común de todos los católicos. No se trata de que este libro pretenda sustituir la lectura de la Suma. Lo que pretende es evitar que las dimensiones de la obra original (veinte veces más voluminosa que el libro de Pégues) disuadan al hombre de hoy de su lectura. Quiere poner al alcance de cualquier inteligencia medianamente formada algunos puntos esenciales de la arquitectónica obra del Maestro de Aquino, y lo hace en forma de preguntas y respuestas, al modo de los catecismos de siempre. La vieja fórmula de los catecismos de la instrucción de la fe, verdadera didascalia cristiana, es un recurso particularmente ameno y adaptado a las introducciones de materias intelectuales.

Se puede decir que hoy más que nunca es urgente la difusión de obras como este Catecismo tomista, en las que a lo largo de sus 1492 preguntas y correspondientes respuestas, el lector no sólo podrá adquirir el concepto claro de ley injusta, de impedimento impediente (matrimonial), de las relaciones entre dones del Espíritu Santo y virtudes o que es la oración entre otros muchos, sino que al paso de las páginas y mientras va rumiando su contenido, la potencia de la verdad contribuirá a ordenar su inteligencia y a que comprenda que en un ser como el hombre, inteligencia y voluntad deben ir de la mano, y que también debe ser así en Teología. En otras palabras, que si hoy vivimos en un mundo de locos, en buena parte lo debemos a haber descuidado algo que Santo Tomás tenía muy claro: que para la adquisición de la verdad se requiere también un recto uso de la voluntad, más cuando se trata de verdades arduas.

El Catecismo de la Suma lo encuentran en la librería católica (www.lalibreriacatolica.com) o en su librería habitual.