Clinton, Walesa y Juan Pablo II y el Muro de Berlín
Eduardo de Prado Álvarez. Viendo los actos en Berlín, me iba sulfurando por momentos ante el televisor. Que ni Gordon Browun, primer ministro de la Gran Bretaña, ni Angela Merkel, de Alemania, hicieran referencia alguna en sus discursos a Juan Pablo II, me exasperó. No pude escuchar la intervención de Sarkozy, de Francia, pero tampoco Obama de los EE UU en su discurso grabado se refirió al Santo Padre. Solo Hillary Clinton, en mi criterio la mejor, con gran decisión y firmeza hizo justicia a Polonia, al pueblo polaco y al Papa Juan Pablo II, también polaco.
Sé que por la mañana había habido un acto Religioso en Berlín, bien, pero por la tarde se debió hacer el Homenaje merecido al Papa polaco.
Sin él, tal vez aún habría Muro en Berlín.
El Papa no fue "una pieza más " del dominó de piezas que derribaron el muro. Para nada. Fue decisivo. Y con la ayuda de Dios, claro.
Por eso, cuando hoy de mañana leí que Lech Walesa, el sindicalista y expresidente de Polonia, ferviente católico y amigo de Juan Pablo II había dicho que "el muro lo derribó "en un 50 por ciento Juan Pablo II, en un 30 por ciento Lech Walesa y en un 20 por ciento el resto del mundo", pensé que se hacía justicia.
Los políticos están permanentemente en campaña electoral, se pavonean, se estiran como pavos reales a la menor ocasión que tienen y van a destacar, a lucirse ellos, sin atenerse a los hechos objetivos la más de la veces.
Bien por la Clinton y bien por Walesa. Y sobre todos Gracias mil, millón de gracias al Papa de Roma Juan Pablo II.
No se olvide tan pronto. No sería justo. Ni adecuado.