Cobardes se inhiben ante la exhumación del cuerpo de Franco
Miguel Massanet Bosch.
El gobierno del señor P.Sánchez se va deshinchando como un globo al que se le escapa el helio, a medida que va trascurriendo su primera etapa al frente de la nación española, dando el primer golpe a las tesis feministas que auguran a aquellos gobiernos paritarios, consejos de administración paritarios, comités paritarios o juntas paritarias, por el simple hecho de la presencia de mujeres en ello, tendrían un plus de efectividad, honradez, buenas maneras o incluso de inteligencia. Lo que la señora Calvo, sin embargo, calificó de “gobierno feminista”, no puede haber resultado más nefasto para los intereses del nuevo presidente, en sus intentos de demostrar que estaba en condiciones de dirigir España mejor. Quizá Sánchez menospreció la capacidad de dar golpes bajos de sus adversarios políticos o pensó que si llegaba a algún acuerdo con el señor Pablo Iglesias de Podemos ya no debería preocuparse de otras minucias que pudieran surgir por parte de sus adversarios de la derecha o del centro derecha.
El señor Albert Rivera, de Ciudadanos, no obstante, fue capaz de proporcionarle una desagradable experiencia, no solamente por inesperada y maliciosa, sino por incidir en un punto que desde hace ya unos meses se ha convertido en el talón de Aquiles de todo político que hubiera tenido la desafortunada idea de asistir a un master, para añadirlo como un mérito más a su currículum vitae ( que no se pronuncia como se ha puesto de moda, quizá por la gran ignorancia del latín de los nuevos estudiantes, con la sílaba final en “ae”, sino que tal como nos enseñaron a los que ya hemos tenido tiempo suficiente para olvidarlo, como ”e” o sea que, su correcta lectura, sería “vite”). En realidad usando el turno que le correspondía para hacer una pregunta que se registró sobre un tema determinado, el señor Ribera aprovechó para acusar al señor Sánchez de haber copiado el documento final de su master, fusilando diversos párrafos de obras de otros autores sin indicarlo en el texto, amén de haber introducido frases enteras con apenas unas palabras que actuaban de sinónimos, de artículos de otros autores.
No estaba preparado Sánchez para una andanada semejante, por debajo de la línea de flotación, y ello motivó que se le viera fuera de sí mientras se revolvía desde su escaño contra la persona del líder de Ciudadanos. No era para menos porque, el truco que se inventaron para aprovechar la salida de su ministra de sanidad por haber manipulado su master, para sacar provecho político con un ataque a cara de perro contra el señor Casado, afectado de un caso que, aunque muy distinto en cuanto a que no se le había acusado para nada de plagio ni de haber manipulado las notas, sin duda entraba dentro de lo que ahora se consideraba como la caza de brujas iniciada con la señora Cifuentes, que tuvo que pagar cara su presunta forma ilegal de conseguir su máster, a lo que se añadió una fea acusación de un hurto que, a todas vistas, carecía de la importancia que se le quiso dar por la propaganda de izquierdas.
No está acostumbrada la izquierda que se revuelvan contra ella y mucho menos que les ataquen con sus mismas armas y, en el caso que nos ocupa, nada más y nada menos que a su propio jefe de filas, el señor P.Sánchez. Lo malo es que la acusación ha salido de uno de los periódicos más solventes que se editan en España, el ABC y los datos que ha proporcionado el periodista que ha venido estudiando el caso, si se llegan a confirmar, no pueden ser más letales para el señor Presidente, pues se trata, en esta ocasión, de haber incurrido en una de las peores faltas que se le pueden atribuir a quien hace un trabajo de final de carrera o de conclusión de un master: el haber plagiado una parte importante del texto, el haber copiado publicaciones oficiales para rellenar su proyecto y, finalmente, y esto podría considerarse grave pues va en contra de las reglas que rigen para estos trabajos, no había sacado conclusiones nuevas que sirvieran para darle al escrito originalidad y aportación al saber, ya que su conclusión final era que “España debía apoyar a las empresas en su comercio exterior” Vamos algo que no faltaba resaltarlo ya que era una de esas famosas frases de ”Perogrullo que, a la mano cerrada, le llama puño”.
Hete aquí que, entretanto, otra cuestión de “gran interés” para un momento en el que, la política del país empieza a dar muestras de estar afectando negativamente a la marcha económica del mismo; indudablemente sacada a relucir para intentar sacar rédito electoral para un gobierno que sabe que no dispone ni de tiempo ni de suficientes escaños para dictar leyes, en las que el apoyo del resto del Parlamento sería muy difícil de conseguir; ha sido la votación para que los restos del general Franco sean exhumados de su actual sepulcro en el monasterio de los benedictinos en el Valle de los Caídos, sabiendo que, con ello, van a ser muchos los españoles que seguimos creyendo que el balance de los gobiernos de dicho personaje, supera con creces a todas las medianías que nos han venido gobernando desde la llamada transición, de modo que la culminación de todos ellos ha sido tan negativa, descorazonadora, traicionera para la unidad de España y peligrosa para lo que constituyeron nuestros valores, heredados de nuestros mayores, si es que nos referimos a lo que parece que serán los próximos años de la política en nuestra nación que, mucho nos tememos, el camino que se nos presenta ante la vista de quienes seguimos de cerca las vicisitudes de nuestra nación, parece que nos lleva a una destrucción, a medio plazo, de la unidad de España y a lo que se derivaría del acuerdo que parece que tienen medio amañado los señores P.Sánchez y P.Iglesias, por el que habrían comprometido a una dirección consensuada en la que, incluso, miembros de Podemos podrían conseguir ministerios en el actual gobierno del PSOE. Es decir, seguir por el camino en el que el señor Rodriguez Zapatero tiró la toalla y les dejó el “marrón” al señor Rajoy y compañía para que ellos fueran los que tuvieran que bregar con el intento de sacar a España del peligro de caer en “default” y tener que ser rescatados por los “hombres de negro”.
Pero, siendo una vergüenza el que las izquierdas, llevadas por su afán de revanchismo histórico, insistan en intentar rectificar los hechos de la Historia, en lo que están empeñados de firme estos sujetos que mangonean la Memoria Histórica para convertirla en una burda caricatura de la realidad, Todavía nos irrita más, nos sorprende y da la medida de lo que es el desagradecimiento, la falta de perspectiva histórica y de lo que estaba sucediendo en aquella España republicana desde el 14 de abril de 1931, a partir de cuyo momento la sucesión de crímenes que se fueron perpetrando, casi a diario ( obra en mi poder una relación de los asesinatos e intentos de otros delitos perpetrados por terroristas y miembros de sindicatos desde el día siguiente a la proclamación de la II República hasta el mismísimo 18 de julio de 1936, fecha en la que el general Mola dio la orden de levantarse al Ejército en toda España).
Resulta poco menos que una tomadura de pelo el hecho de que, muchos mal llamados historiadores, hijos de los hijos de aquellos que formaron parte de los que sufrieron en sus carnes los efectos de aquella contienda civil, se atribuyan conocimientos, información y preparación para opinar sobre lo que, en todo caso, les ha llegado a través de quienes se vieron perjudicados por la victoria del general Franco que, pocos ya quedamos de aquellos años, no han sabido perdonar ( entre los españoles hay dos vicios que no hemos conseguido superar: la envidia y el rencor que, por raro que pueda parecer, están muy interconectados entre sí). Cuando escuchamos en las tertulias televisivas a algunos periodistas de las nuevas generaciones y los vemos opinar como si se tratase de expertos en lo que sucedió en aquellos tiempos y vemos, asombrados, como opinan sobre la figura de Franco como si en realidad hubiera sido un loco que se levantó en contra de una República “perfecta” en la que todo marchaba de perlas y en la que no existía nada que justificase aquel levantamiento, me parece que estamos ante una serie de neurasténicos, influidos por un odio recibido de sus mayores, inasequibles al razonamiento e incapaces de ver la parte buena de una España en la que tuvimos 40 años de paz, prospera y que supo establecer ventajas sociales que han perdurado hasta que la transición se hizo cargo y se apropió de ellas, como si la Seguridad Social, los pantanos, las fábricas, las universidades, las grandes ciudades modernas como Madrid y Barcelona hubieran surgido por generación espontánea con sólo la llegada de la muerte del general Francisco Franco. Ignorantes y resabiados, incapaces de un juicio sensato e impulsados por afán de notoriedad y entrando en la misma espiral que la que están intentando llevar a cabo los que piensan que, con su Memoria Histórica, van a conseguir que, en un futuro, sus sandeces y mentiras puedan prevalecer sobre lo que fue, en realidad, aquel levantamiento del 18 de Julio de 1936.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos irritamos cuando vemos la cobardía, el cálculo electoral, la falta de vergüenza y la mojigatería de partidos como el PP, que fue el que heredó la parte de ciudadanos que no se arrepentían de haber pasado de cuarenta años en una dictadura que, seguro que para los maquis y los separatistas catalanes o comunistas dirigidos desde Moscú, no fueron agradables debido a que, por entonces nadie movía un dedo en cuestiones políticas que no fuera a través de las instituciones del Estado; pero que, para el resto de ciudadanos, contrariamente a la serie de estupideces que se han dicho, la vida transcurría con plena normalidad sin que la fama de reprimidos que se ha pretendido hacer correr por quienes están interesados en crear una leyenda negra sobre aquella época, tuviera nada que ver con una juventud alegre que sabía divertirse, dentro del contexto de aquellos tiempos, de acorde con lo que tenía lugar en el resto de Europa. Sí es verdad que se tuvieron años difíciles a causa del boicot internacional, poco a poco salimos de ellos, de modo que los últimos treinta años de la dictadura, España resurgió de sus cenizas para entrar en la senda de la recuperación y el bienestar. Y esto lo dice quien tiene edad suficiente para opinar con cierta autoridad sobre ello.