Coleccionar: Un asunto serio (3ª parte)
Noticias relacionadas
Jorge Llopis Planas. Perito Tasador y Judicial en Arte y Antigüedades. He dejado para lo último en esta serie sobre como empezar a coleccionar, los aspectos cualitativos de nuestra colección y de nosotros ante ello. Me he permitido titularlo, el Coleccionismo Razonado. No quiero despertar falsas expectativas. No les voy a decir que deben coleccionar, que está en auge o que se cotiza más o menos.
Eso es algo que usted debe decidir por si mismo. Es más, si me fijase o desorientase sobre el último aspecto, el económico, creo que desvirtuaría lo publicado anteriormente, ya que fijaría la atención únicamente en un aspecto. Coleccionar va más allá. Coleccionar significa en primer lugar que la creatividad y la expresión artística nos emociona y hasta conmueve. Lógicamente y tal vez así debería haber empezado esta serie, el arte y las antigüedades no gustan a todo el mundo. Faltaría más. También soy consciente que el ser humano no es insensible a la belleza de una imagen de una figura o de un mueble. El ser humano responde emocionalmente ante los objetos de diferente manera y con diferentes expectativas. Un recuerdo, un deseo o incluso una aspiración. Partamos de la base que estamos hablando de arte, no fetichismos…
Implíquese. Es la manera de apasionarse
Coleccionar es conocer y descubrir que lleva a una persona a expresarse artísticamente. Comprender su visión de realidad y como la traduce en sus obras. Crear una empatía entre el autor y nosotros, ya que en fondo nos hemos querido conservarlo o tenerlo entre nosotros a través de su obra. Obviamente hay piezas que son bellas per sé, que no hace falta “comprenderlas”. Otra veces, quieres saber si siempre se ha expresado así o como ha llegado a evolucionar en su trabajo. ¿Resultado final o la curiosidad de como se ha llegado a ello? A mi me ha pasado con algún mueble de época.
Si me aproximo y veo la calidad del acabado, el tratamiento de la madera su veta y color, el delicado trabajo de ebanistería, su diseño y funcionalidad, es cuando aprecio la dimensión y la pasión del artesano por esa pieza. Imagínense lo que puede ser tener un carboncillo erótico de Klimt y no entender el trasfondo sicológico y e íntimo naturalismo que consigue arrebatar a una sociedad tan burguesa como la Viena de principios del siglo XX…Bueno, la verdad es que si tiene un carboncillo de Klimt, ya le pueden ir dando al trasfondo sicológico y a Viena. Pero creo que me entienden. Entiendo que coleccionar implica conocer, estudiar y en lo posible documentar nuestra colección. Es la gran diferencia que puede darse cuando recibimos una herencia y no nos hemos planteado lo que hay (trastos viejos).
Estudiar una pieza o a su autor es ponernos en el contexto histórico y cultural cuando la obra se realiza o conocer la biografía del autor o su trayectoria no sólo desde la perspectiva profesional (exposiciones) sino cual ha sido el motivo del empleo de tal o cual técnica, o porque esa temática. Verán como empiezan a ver la colección de otra manera. ¿De qué sirve tener una pistola de pistón damasquinada de Eibar sino sabemos que significaba regalar una pistola entonces y quienes eran los artesanos más apreciados? O simplemente entender porque alguna pieza de porcelana china del s. XVIII está decorada como si fuera occidental?. Ya les dije que yo soy muy mal coleccionista, quizás porque mi curiosidad no me permite centrarme en un solo tipo de objeto u obras. Todo me llama la atención.
Descubra y tenga la satisfacción de ser un promotor de arte Conozca otras opciones.
No tenga miedo o no sea tan conservador ante el fenómeno artístico. El arte es una evolución permanente en todos los sentidos. En Madrid en la calle Doctor Fourquet se han concentrado una docena de pequeñas galerías de arte contemporáneo (particularmente recomiendo “Galería ALEGRIA”). Son galeristas alejados del circuito comercial tradicional o si lo prefieren, que están apostando y promocionando a nuevos creadores alejados de la subvención y con un criterio de mostrar que están haciendo nuestros artistas jóvenes (y otros no tan jóvenes). Fotografía, estampas (grabados en sus diferentes modalidades), escultura, dibujo, pintura, videoarte
La obra más cara no tiene porque ser la mejor: Simplemente es más cara.
Vuelvo a insistir, plantéese realmente que quiere ser usted ¿Coleccionista o inversor?. Si me hace la gallegada de responderme ¿Por qué no ambas cosas? Le diré que por supuesto, pero si usted no es un es un coleccionista habitual: Asesórese y tenga en cuenta que una obra “menor” de un artista importante conservará siempre, más o menos el mismo precio. Es mi profesión y se de que hablo. A lo largo de estos años he tasado y peritado obras de artistas importantes, mal llamadas “menores” o en técnicas o periodos que no son los más relevantes y el propietario desconocedor piensa que los precios de ese autor han subido como la espuma. Aunque Barceló tenga una cotización en pintura no es la misma que en grabados ni en apuntes o bocetos, que son las técnicas que usted puede encontrar a precios más asequibles. Si a usted le gusta Barceló le recomiendo que se fije en su obra gráfica.
Exija certificados de originalidad como exige la garantía de una lavadora
Ya he escrito mucho al respecto en este medio. En la medida de lo posible conserve las facturas o recibos de compra y por supuesto, exija un certificado de originalidad y este debe ser firmado no por el vendedor, sino por el autor o su representante. No lo dé por supuesto. Condicione el pago de la obra a este documento. Luego todo el mundo se olvida. Como decía anteriormente se de que hablo. Con un artista nunca se sabe. Conserve ese documento en una carpeta y a medida que amplíe su colección ordénelo según el criterio que considere: Fecha de compra, artista, técnica…cree su catalogación asignando el mismo número de factura / recibo que para la pieza. Tenga un cuenta que un día sus herederos lo agradecerán.
Y si un día el Asunto se demanda, siempre debería tener en cuenta realizar un inventario A efectos de una posible venta o cambio, (porque amigo coleccionista un día, nos podemos cansar de una pieza) será imprescindible para que la obra mantenga al menos su precio, demostrar que la pieza es de su propiedad y por supuesto que es original. Pero sobretodo: Disfrute.
Jorge Llopis Planas Perito Tasador y Judicial en Arte y Antigüedades Connoisseur d’Art Especialista en tramitación de certificados de autenticidad de obras de arte http://www.arstasante.com