Las mujeres, en su afán de mostrarse coquetas, suelen incorporar a su estilismo los complementos más dispares. Pero, sin duda alguna, qué bonita luce una muñeca de una mujer si porta una joya. A menudo, son las pulseras de plata las más demandadas. Encontramos en el mercado millones de modelos diferentes adecuados a cada estilo y también existe la posibilidad de que los joyeros atiendan las peticiones de sus clientes, creando de este modo piezas exclusivas.

Al margen de la estética que proporcionan por su elegancia, este metal tiene el añadido que permite estimular a la mente, a la par que potencia las habilidades innatas de la persona que lo porta, ya sea en anillos, colgantes o pulseras. Podemos por tanto afirmar que es un excelente amuleto protector. Esto es así porque la plata conecta con la luna, convirtiéndose en el metal de las emociones.

El uso de una pulsera de plata además de ser un bonito complemento, que queda bien con cualquier pieza de ropa, puede favorecer a que las vibraciones de este metal puedan ayudar a solucionar los problemas femeninos que se plantean durante el parto. Y si vamos más allá, contribuyen a mejorar las dolencias de estómago y páncreas.

Lo que no vamos a conseguir con la plata es atacar el problema de las venas varicosas, una afección que sufre más del treinta por ciento de la población. Puede entenderse este alto porcentaje por el frenético estilo de vida que estamos obligados a llevar.

Por otro lado, hay un aspecto fundamental a tener en cuenta. Se trata del factor hereditario pues existen factores de riesgo que pueden trasmitirse de padres a hijos. Las venas varicosas pueden provocar en las personas que las padecen además de sus síntomas más conocidos (hinchazón, pesadez, dolor, impedimento para la flexión de las piernas), ciertos problemas psicológicos. El ser humano sufre muchos de sus miedos, temores e inseguridades por no estar a gusto con su estado físico. Por ello, las antiestéticas arañas capilares son una de las causas de visita médica más comunes. Los especialistas utilizan diferentes técnicas quirúrgicas para atacar este problema. Lo que si bien es cierto es que los pacientes deciden agotar otras vías de cómo curar las varices antes de visitar el tan temido quirófano.

Venosmil es un gran y rápido alivio

Uno de los fármacos más empleados debido a su alto índice de éxito es Venosmil, un compuesto formado por el principio activo de hidrosmina que alivia las dolencias. Su uso es muy habitual, no sólo ya en pacientes diagnosticados con varices, sino también en otras personas que debido, por ejemplo, al calor del verano, sienten como sus extremidades inferiores se hinchan y duelen.

Las altas temperaturas dificultan de forma considerable la circulación de la sangre, porque provoca que esta pueda ser más densa y se estanque, principalmente en las piernas. Algunos usos de cómo tratar las varices con este medicamento pasan básicamente por aliviar a corto plazo los dolores que provocan de forma intensa. El tratamiento no se puede usar por periodos de tiempo muy extensos, ya que el organismo se haría inmune a él y no causaría el efecto deseado. Así pues, no se recomienda utilizar por un periodo superior a los tres meses.

Este gran aliado para los pacientes puede presentarse, por un lado, en pastillas de doscientos miligramos, para lo cual se prescribe la toma de tres cápsulas al día, con el estómago lleno. Por el otro, es posible encontrarlo como crema para las varices Venosmil, que se presenta como un gel utópico que es preciso administrar tres veces al día realizando un ligero masaje hasta su total absorción. También conviene ayudar a que sus efectos sean patentes con caminatas diarias y con una alimentación libre de grasa animal y vegetal. En definitiva, el ejercicio físico puede ser un gran aliado para las personas que sufren este tipo de dolencias.

Otro motivo por el que acabar con las varices podría ser si queremos realizarnos un tatuaje en las piernas. Ningún tatuador profesional se atreverá a realizarnos un tattoos de rosas, elfos, nombres, símbolos, imágenes, astros, frases, o cualquier otra cosa si la superficie de la piel presenta algunas protuberancias, ya que se precisa una piel limpia y lo más lisa posible, para que la tinta penetre correctamente.

Los tatuajes de rosas son uno de los diseños más clásicos que existen. No solamente representan el amor en su estado puro, sino que cada rosa tiene su propio simbolismo y significado.

La rosa negra o de color oscuro puede evocar la pasión o el erotismo, mientras que una de color claro el lado opuesto, la paz o la pureza. Las amarillas nos recordarán la amistad, por su parte las moradas el encantamiento. Y por último las rosas azules y doradas, que en realidad no existen, se suelen emplear para escenificar lo imposible.

Este tipo de tatuajes son lo más empleados por las féminas, ya que les proporciona cierto halo de delicadeza y frenesí. Pero los hombres también eligen este motivo ya que para ellos es como llevar bajo su piel la esencia del sexo opuesto. Además, los pétalos de estas plantan poseen muchas connotaciones espirituales y divinas. Este es el caso de la diosa griega del amor, Afrodita que a lo largo de la historia ha sido identificada como una rosa. Otra gran ventaja que ofrece este diseño es que puede ser realizado en cualquier parte del cuerpo, ya que generalmente si apostamos por un diseño bueno suele quedar precioso, tanto si utilizamos la técnica de la escala de grises, como sí la llenamos a todo color. Es posible también introducir alguna rosa en diseños más elaborados y sofisticados.