Redacción. Recién llegado de París afronta la recta final de la campaña electoral 

¿Qué estuvo haciendo en París con el Vice Primer Ministro del gobierno de Hungría?

Esa reunión a la que usted se refiere no ha sido algo improvisado. Llevamos trabajando en un proyecto común que tenga presencia en el Parlamento Europeo tras las elecciones. Por ello participamos en el acto central de la campaña electoral de Force Vie junto con representantes de otros partidos Europeos. Reconforta saber que el movimiento de rebeldía que nosotros podemos representar tiene sus iguales en otros países del continente.

Hablábamos en lenguas distintas pero con el mismo mensaje. Los discursos se parecían porque la identidad en las ideas era absoluta. Partimos todos de una realidad fácilmente contrastable: en Europa se está produciendo el despertar de una parte de la opinión pública. Ahí están las multitudinarias manifestaciones en Francia o el seísmo que ha provocado la Constitución húngara.

Hungría, con su testimonio, es el ejemplo a seguir. Las presiones de la casta político-mediática europea, las amenazas de sanciones no han conseguido doblegar a un gobierno que ha blindado en su Constitución la defensa de la Vida, de la Familia y de nuestras raíces cristianas. La posición del gobierno húngaro es todo un ejemplo porque como dijo el viceprimer ministro: “no queremos volver a ser colonia de nadie, nuestra identidad y soberanía está por encima de los intentos de anexión de la UE”.

La reunión de París ha venido a demostrar que no somos pocos los que queremos volver la vista hacia la defensa de los derechos primigenios, los prepolíticos, para desde esa base reconstruir el concepto de Europa y el concepto de persona. Y ello supone defender la Vida proscribiendo el aborto; apostar por la Familia, entendida como al compuesta por un hombre y una mujer en el seno del matrimonio; hacer valer la soberanía de los Estados frente al ánimo canibalizador de la Unión Europea. Y no estuvimos solos. Artistas, como Alain Delon, filósofos, intelectuales, a través de mensajes en vídeo, apoyaron públicamente esta causa. Yo creo que el sábado en Paris empezó a vislumbrarse un futuro distinto para Europa.

¿Sigue siendo el aborto una de las grandes cuestiones que le diferencian de las formaciones tradicionales del centro derecha español?

Sin duda. Sólo tiene que leer el programa de todas y cada una de ellas. De un modo u otro, todas, apoyan el mantenimiento de la legalidad del aborto. Lo que ocurre es que el centro-derecha juega con los eufemismos. Así hablan de cultura de la vida, de defensa de la vida pareciendo que mantenemos las mismas posiciones.

Ahora bien, esos partidos no asumen que la Vida sea tal, y por tanto acreedora del derecho, desde la concepción hasta su muerte natural; para ellos no es un valor absoluto que por tanto no es subordinable a distinciones teóricas -feto y niño- o a la admisión de supuestos o plazos. Por ello eluden pronunciarse de forma clara y diáfana, por ello rehúyen la respuesta directa y hablan de la vida o del drama del aborto. Lo mismo sucede con la Familia. Ahora, ya con la boca pequeña y dentro de poco obviándolo, rechazan que la unión homosexual se llame matrimonio, pero son partidarios de regular las uniones homosexuales y darles la categoría de Familia -no olvide que existen para ellos multiplicidad de modelos familiares que son colocados en plano de igualdad y a veces discriminando negativamente a la Familia tal y como la concebimos-. Olvidan que, en realidad, lo que constituye el ilícito contra el orden natural y la moral objetiva que es lo fundamental son las uniones homosexuales. El cómo se trate esta cuestión en derecho positivo es irrelevante, lo relevante es que se regulen las uniones homosexuales como una forma de organizar la sociedad suplantando a la Familia. Se ha recorrido prácticamente toda España durante la campaña.

¿Qué ambiente ha detectado con respecto a su candidatura?

Estamos gratamente sorprendidos del éxito que está teniendo nuestra campaña, creo que este proyecto unitario, este Impulso Social, está consiguiendo movilizar a muchas personas. La campaña ha estado centrada en las redes sociales y hemos conseguido estar en el puesto nº 12 de influencia con un calificación de más que aprobado.

La gente está muy cansada. La primera reacción ante nosotros es de escepticismo: “uno más para trincar”, piensan. ¡Son tantas las ofertas que acuden a la desesperanza! Ahí tiene usted opciones teóricamente “populistas” -ser populista es algo que se ha puesto de moda-, “buenismos”, izquierdistas-revolucionarios de salón, agitadores de barricada… Tenemos de todo. Nosotros nos presentamos como una opción positiva, transversal, que se ocupa de cosas que afectan a las personas pero que también ofrece un proyecto de alternativa, de regeneración social. 

Ha coincidido en muchos debates con candidatos de VOX. ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre ambos partidos?

Estamos ante unas elecciones europeas y creo que ahí deberíamos fijar el epicentro del debate. Tenemos dos posiciones: la de quienes quieren “Más Europa”, seguir desarrollando el actual modelo de la Unión Europea y la de quienes queremos cambiar ese modelo. En el primero figuran formaciones como VOX, PP -recuerde que el candidato de VOX ha anunciado que se integrarán en el Partido Popular Europeo-, PSOE, Ciudadanos o UPyD -este último grupo es claramente partidario de ir a una Europa Federal por lo que su discurso se contradice con el que mantiene en España-.

En el segundo, los euroescépticos, estamos nosotros. De ahí que todos ellos hayan buscado centrar su campaña en cuestiones nacionales, porque no tienen un modelo diferente en lo que respecta al futuro inmediato de la UE. Quiero con esto decir que, en realidad, con respecto a Europa da lo mismo que se vote al PP, a VOX, a UPyD o a Ciudadanos, es solo cuestión de tonalidades de color. 

En cuanto a nuestras diferencias con el discurso de este grupo o de cualquier otro, le voy a contestar brevemente por deferencia y por no parecer que quiero dejar la respuesta en el aire. Lo primero, los responsables de VOX durante años han tenido cargos públicos (diputados, concejales, eurodiputados, fundaciones de pendientes de las CCAA, cargos de designación política…) en esas instituciones que hoy critican, además de haber recibido y seguir recibiendo subvenciones, eso les convierte en parte del problema y por lo tanto carentes de legitimidad para poder encabezar la regeneración del sistema. Creo que es un error cuando afirman que ellos son el PP de Aznar, su última estrategia electoral es que los que votaron a Aznar, Esperanza Aguirre y Jaime Mayor, hoy deben votar VOX. Eso quiere decir que ellos e identifican con ese proyecto del PP, es decir, que ellos avalan lo siguiente:

Aznar. El del Pacto del Mayestic con36 transferencias a Cataluña, el del pacto fiscal con Vascongadas, el de las transferencias de mayor calado a las CCAA que han hecho posible la situación actual de autogobierno y las aspiraciones secesionistas, el que dio instrucciones de iniciar las conversaciones con el Movimiento de Liberación Vasco ( ETA), el que dijo que iba a ser generoso con los terroristas para conseguir la paz, el que traslado 300 terroristas a cárceles próximas a sus casa, el que libero a mas de 60 etarras con penas superiores a 20 años, el que libero a Iñaki Bilbao y a los meses volvió a asesinar, al que aprobó la Píldora abortiva del día después, el que aprobó la píldora abortiva RU-486, el que aprobó la ley de la manipulación de los embriones, el que no reformo la ley del aborto del 85.

Aguirre. La partidaria de los matrimonios homosexuales, la que es contraria a la ley del aborto de Gallardón y pide que se incluyan también plazos, la que ha subvencionado con cientos de miles de euros a las clínicas abortistas de Madrid, la que dijo que era partidaria de pactar con los nacionalistas e incluso con el BNG, la que subvenciona la obra “Me cago en …”, la soberbia que huye de la policía…

Jaime Mayor: el que durante años callo y acepto lo anteriormente indicado.

Pues bien, esto parece ser lo que es VOX y lo que pretende hacer en un futuro. En consecuencia el problema autonómico, el error en la política antiterrorista no es algo que se haya manifestado de pronto, en los últimos dos años. Es producto del propio Programa Político del Partido Popular y ese programa no es el actual, fue el del 1996/2004. Es con el que ha concurrido el PP desde antes de que llegara al poder José Luis Rodríguez Zapatero.

Con ese programa, apoyando ese programa estuvieron los que hoy dicen que es el PP el que se ha apartado del mismo. El programa electoral del PP con el que perdió la primera vez Mariano Rajoy (2004) contemplaba la ampliación de competencias y la reducción de las del Estado. También en ese programa y en debates televisivos el Sr. Rajoy dijo que él y su partido el PP ( el que ahora avalan desde VOX) era partidario de la ley de aborto del 85 que había alcanzado un consenso que ellos aceptaban.

Creo que Diario Ya se ha hecho eco en estas semanas de la “indefinición” de VOX en el tema del aborto; o mejor dicho su sintonía con el planteamiento del Partido Popular. Lo cual es lógico porque van a formar parte del Partido Popular Europeo. Juegan al igual que el PP al eufemismo, a hablar de “defensa de la vida”. Pero su planteamiento es aún más cobarde desde un punto de vista moral -entre otras razones porque cuentan a ver si pueden coger un voto de aquí y otro de allí- pues son incapaces de explicar si quieren una ley de plazos, una ley de supuestos, si se quedan con la de Felipe González, si suscriben la ley abortista de Gallardón. Con ser gravísimo lo expuesto, lo que a mí me parece más revelador de su planteamiento ideológico, con el que no tenemos coincidencia, en materia de Valores, y en lo que sí coinciden con el Partido Popular, es que para ellos, como demócratas-liberales, como hombres de centro-derecha, resulta básico disociar la vida personal o moral, de la vida política.

Por el contrario, nosotros, los hombres y mujeres que estamos en Impulso Social, creemos que no se puede ni se debe disociar. Somos lo mismo, mantenemos lo mismo en nuestra casa y en nuestro trabajo, en nuestra vida diaria y en nuestra vida política. No necesitamos esperar a que pasen las elecciones para aclarar lo que somos. No somos estafadores políticos que pedimos el voto aparentemente para una cosa y luego el votante descubre que están utilizando su voto para otra, como a tantos les está sucediendo en esta legislatura. Me va a permitir que retome una frase que ha dicho antes sobre las opciones que tenemos los españoles en estas elecciones, que a su juicio no son tantas porque en el fondo solo se diferencian, en la cuestión europea, en la tonalidad del color. Por ello todos los partidos debaten en clave española -algunos ni debaten como ha sucedido en el reciente cara a cara, pactados los temas a no tocar, entre Cañete y Valenciano-.

Todos son EUROAPASIONADOS. Los electores son conscientes del engaño y ahí está la razón de ese 70% que no vota, vota en blanco o -¡esperamos!- vota euroescéptico. Intentar defender una estructura como la europea a estas alturas, con seis millones de desempleados, pensionistas que no llegan a final de mes, Pymes cerradas y todo ello por las imposiciones de recortes de la UE, es muy complicado. Defender una institución opaca, derrochadora, de castas políticas que solo representan a un 30% de los votantes europeos, que no es democrática por la esterilidad de la actuación de un Parlamento Europeo carente de iniciativa legislativa y de control presupuestario por sí mismo, es tarea muy complicada. Solo pueden defenderla los que tengan interés personal en perpetuarse en el cargo de eurodiputado en el que algunos llevan 15 años. Vender, aunque sea a precio de saldo, esta UE, cuando se ha mostrado completamente ineficaz en la actual crisis, es sumamente difícil. Al igual que no es posible hacer converger una Europa a dos velocidades, a los que vivimos en el Euro y los que viven fuera…  

 ¿Qué hacemos entonces con el Euro?

No se es europeo por querer el Euro ni antieuropeo por cuestionarlo. Tenga presente que 10 de los 28 Estados no tienen Euro, entre ellos países tan serios como Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Polonia, Hungría… todos ellos por cierto han crecido en esta crisis y han mantenido un paro por debajo del 10%. Aun así es un tema muy complejo que exige una profunda reflexión. La realidad es que los EUROAPASIONADOS no es que tengan una relación de amor incondicional con el EURO, es simplemente que no saben cómo salir de él. 

Hace pocos meses se hablaba, no solo se hablaba, sino que se calculaba como debían ser las conversiones en caso de romperse el euro por mor de la crisis en Grecia. Debemos someterlo a debate, sin miedos ni complejos y ver cuál es la mejor manera de encontrar una solución. Pero no sólo es un problema del EURO, creo que el debate debe ser más completo. Impulso Social está del lado del 70% de los europeos, de esos europeos decepcionados con este concepto de Europa, que no contra Europa. Por ello no tenemos problema a la hora de apoyar iniciativas como la de Cameron para llevar a referéndum la UE el próximo 2017. 

¿No le parece que hay poco conocimiento sobre cómo funcionan las instituciones europeas entre los propios candidatos de las diferentes formaciones políticas?

Para mí no ha sido una sorpresa que los EUROAPASIONADOS (y ahí caben todos desde el PP hasta el PSOE pasando por IU, VOX, Ciudadanos o UPyD) no quieran debatir sobre el futuro de Europa. Las cúpulas tienen claro que quieren mantener el modelo Eurocrático, la nueva casta político-oligárquica europea. Los candidatos de a pie adolecen de conocimientos para mantener el debate. En algún caso me he encontrado con quienes no conocen ni lo que dice el Tratado de Lisboa, ni cuáles son las competencias reales de las instituciones… Tratar de debatir sobre el principio de legislación compartida o las comisiones paritarias entre el órgano elegido democráticamente, el Parlamento y la Comisión o el Consejo se torna imposible. Y, además, es algo que acaba aburriendo al ciudadano que lo ve como algo de los políticos ignorando lo que al final influye en sus vidas cuando decisiones que les afectan se toman a centenares de kilómetros de distancia por personas que nada tienen que ver con ellos. Para el político es más fácil decir, por ejemplo, “Vamos a proponer un Plan de Empleo” o un “Plan para luchar contra el paro”. Y lo dicen como si alguien estuviera en contra de ello. 

 ¿Realmente dependemos tanto de Europa?

La pregunta debería ser la contraria: ¿En qué no dependemos de Europa? Setenta por ciento de nuestra legislación esta transpuesta de Europa, nuestra dependencia financiera es total, nuestra dependencia a la hora de administrar el déficit es absoluta. No podemos comprar una caja de bolígrafos sin que tengamos la autorización de Europa. Nuestros bancos ya no van a depender el Banco de España sino del de Europa. Nos estamos quedando sin soberanía y nos podemos quedar sin Patria. Mire, el Plan presentado por el Secretario para 2017/2027 es la Europa de las regiones. Ese es el “Más Europa” que apoyan todos, todos. Eso significará que los Estados se irán eclipsando dando fuera a los nacionalismos regionalistas, quebrando el principio de unidad de España.

Exactamente, ¿a qué se refiere cuando se califica de Euroescéptico?

Ser EUROESCÉPTICO es ser EURODECEPCIONADO frente a los EUROAPASIONADOS. Es ser de Impulso Social y no del PP, el PSOE, VOX, UPyD o Ciudadanos. Ser EUROESCÉPTICO es estar junto con el 70% de europeos que o no votan o votan en blanco o en contra. Ser EUROESCÉPTICO no es estar en contra de Europa, es volver a la Europa de los fundadores. Una Europa de intereses económicos comunes, para blindarnos de los ataques y amenazas del resto del mundo, que son fundamentalmente de orden económico y que protejan adecuadamente nuestros tejidos productivos para crear otra vez empleo estable y salarios que garanticen un modo de vida justo. Ser EUROESCÉPTICO es volver al planteamiento de la Comunidad Económica Europea. Al antes de Maastricht abandonando un proyecto que aspira a disolvernos en una única superestructura que al final servirá a intereses económicos vinculados a los grandes poderes financieros, a los “mercados” y la globalización.

Nosotros, Impulso Social, queremos un “Mercado Común” pero no de un “Estado Común”. Esa es la diferencia. Además la Europa que nosotros queremos no necesita de esa elefantiásica estructura, ni de Tribunales, ni de Consejos, Parlamentos y Comisiones, no demanda un IVA altísimo, ni cifras mareantes gastadas en propaganda, publicidad y mantenimiento de la casta. Es suficiente con organismos de control aduanero y fiscalización de mercados. No es necesario ceder soberanía, no es necesario homogenizar lo que es imposible entre Estados tan distintos. No es necesario perder representatividad de nuestros Estados en el mundo cediéndosela a una Comisión dividida entre ricos y pobres, entre los que vivimos en el euro y los que no, entre los del norte y los del sur.

Acaba la campaña. Un mensaje final …

España tiene que tener una voz en Europa que defienda su soberanía frente a los que la entregan. España necesita una voz en Europa que defienda su identidad cristiana. España necesita una voz en Europa que defienda la Justicia Social para nuestros compatriotas, al margen de los intereses de otros Estados. España necesita que alguien en Europa defienda y trabaje de verdad, sin eufemismos, sin engaños, por la Vida, la Familia y el Bien Común. ¡Si es eso lo que quieres para España, VOTA IMPULSO SOCIAL!