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Diario YA


 

Conveniencia del Sacramento de la Penitencia

Miguel Ángel Gutiérrez. ¿Qué es  el pecado? , ¿Qué significa para el hombre esta palabra? Es necesario, y más que nunca en estos difíciles tiempos de descreimiento, recuperar el sentido de pecado, su realidad; pues cada vez que pecamos lo que en realidad hacemos es ofender a Nuestro Señor Jesucristo, que murió en la Cruz para salvarnos.

Lo primero que debemos reconocer es que el pecado está presente en nuestra vida y que pecamos frecuentemente; podemos distinguir entre pecado venial y pecado mortal; el pecado mortal mata la vida del hombre y separa de Dios; la persona pierde la Gracia Santificante que adquirió en el Sacramento del Bautismo y se convierte en enemigo de Dios; naturalmente, el hombre que tiene la desgracia de morir en pecado mortal se condena al infierno. Y recordad que el mayor interés del diablo estriba en  hacer creer que no existen ni el cielo ni el infierno, lo cual resulta muy interesante para aquellos que desean seguir viviendo en el vicio egoísta.

 Dios, en su Infinita Misericordia, nunca abandona al hombre y le da la oportunidad  de arrepentirse y pedir perdón por sus pecados a través del Sacramento de la Penitencia.

Jesucristo instituyó este Sacramento en una de sus apariciones después de su gloriosa Resurrección, confiriendo a sus apóstoles el poder de perdonar los pecados, poder que se transmite a todos los sacerdotes por la ordenación sacerdotal.

¡Qué grande es la Misericordia de Dios!.¡Cómo cuida de cada uno de nosotros!

Respecto a los pecados veniales, aunque no matan la vida del alma, sí la debilitan, la languidecen y entibian , además de ponerla en peligro de caer en pecado mortal. Como pecados que son, ofenden a Jesucristo y eso debe dolernos. Dolor por nuestros pecados, ha ahí la disposición necesaria para que puedas confesarte válidamente; es la denominada contrición, que mejor será cuando más profunda y auténtica sea .A continuación, debes examinar tu conciencia para ver cuantos pecados la manchan. Después viene la confesión oral expuestos con humildad a un sacerdote de la Iglesia Católica, el cual representa a Dios, es decir que te confiesas ante Dios que actúa por medio de un sacerdote.

Pero claro, la confesión también incluye el firme propósito de no desear volver a pecar, este es el denominado propósito de enmienda.

Respecto a una sensación de vergüenza por confesar ciertos pecados, no debes tenerla ya que no hay nada que sea más secreto que lo dicho en confesión; el sacerdote no puede revelárselo a nadie; es el llamado sigilo sacramental o secreto de confesión, por el que tantos Santos han  sido martirizados  a  lo  largo  de  la  historia  de  la  Iglesia. Murieron antes que revelar lo que les habían dicho en confesión. Y ten en cuenta que ocultar un pecado mortal en confesión por vergüenza hace inválida la confesión y añades un pecado más a tu conciencia, el sacrilegio.

Después de confesar todos tus pecados al sacerdote, este te pondrá una penitencia que debes cumplir, normalmente son unas cuántas oraciones. A partir de ahí,  llega el esperado momento del perdón de tus pecados, Dios te perdona a través de un cura y una maravillosa sensación de paz y alegría inunda tu alma. Es entonces cuando más cuenta te das de que merece la pena confesarse, convencimiento que irá progresivamente en aumento al ver como el cambio a una vida de amor te hace más feliz.

Y no olvides que para llegar a Jesucristo el único camino es la Virgen María.