Redacción Madrid. 12 de mayo. El sistema de pensiones no está en crisis, sino que goza de una "magnífica salud finaciera" que le permitirá cerrar este año con un superávit que, en el peor de los escenarios económicos, "no sería inferior al 0,4%" del PIB. "Todas las hipotesis son de superávit en 2009 y estoy convencido de que también 2010". Así lo afirmó el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho, quien se mostró contrario a aumentar la edad legal de jubilación más allá de los 65 años, aunque abogó por incentivar que la edad real de retiro, actualmente en 63 años y 10 meses, se aproxime cada vez más a esa cifra. Corbacho señaló además que la situación del mercado laboral "no va a peor, va a mejor" tanto en empleo como en cotizaciones, "aunque no puedo asegurar si es tendencia", dijo.
Corbacho respondió a quienes abogan por retrasar la edad de jubilación que "no es lo mismo trabajar en un andamio que en otro sitio", aunque defendió incentivar a aquellos que quieran seguir trabajando más allá de los 65 años. El ministro de Trabajo señaló además que no se pueden prohibir las prejubilaciones, pero tampoco se deben premiar y apuntó que el objetivo es que alejarse de los 65 años que marca la ley, sea "una excepción y no la regla".
Corbacho, quien reiteró que las pensiones están "plenamente garantizadas", pidió a los grupos políticos "contención y prudencia" al proponer las reformas que permitan garantizar su viabilidad futura y esbozó sus propuestas: impulsar las políticas de natalidad y apoyo a la familia, ampliar la población activa con la incorporación de las mujeres al mercado laboral, incentivar la prolongación de la vida laboral para acercar al máximo la edad real de jubilación a los 65 años, y mejorar la eficiencia en la administración, y la relación entre lo cotizado y la pensión recibida.
Corbacho, que compareció ante la Comisión no Permanente del Pacto de Toledo, quiso transmitir un mensaje de "confianza y tranquilidad" a los ciudadanos, tras la polémica generada por las palabras del Gobernador del Banco de España, quien advirtió que el superávit del sistema podría desaparecer este año por la recesión económica. El ministro afirmó que, aunque la crisis y el aumento del desempleo en el último año afectan a las cotizaciones e ingresos del sistema, "resulta difícil negar su solidez", por lo que consideró "inadecuado y poco responsable" hacer análisis basados en el corto plazo. El superávit a cierre de año se estima en el 0,5% del PIB, o en el 0,4% en el peor escenario económico posible, lo que supondría la mitad de lo previsto inicialmente.
Corbacho manifestó que el sistema de Seguridad Social es "sólido, equilibrado y viable más allá de los efectos coyunturales de la crisis económica" pero matizó que eso no significa que no haya que adoptar reformas para garantizar su sostenibilidad futura, en el marco del Pacto de Toledo, con el acuerdo de los agentes sociales y el conjunto de fuerzas políticas y "sin precipitación" para evitar perjuicios para los ciudadanos.
SOBREACTUACION
Mientras, el portavoz del PP, Tomás Burgos, criticó la "sobreactuación" de Corbacho frente a las palabras del Gobernador del Banco de España, una actitud "impropia y contraproducente" que no ha hecho mas que "sembrar desconfianza".Burgos ofreció el apoyo del PP para acometer los cambios necesarios para garantizar el futuro del sistema, pero aseguró que el Gobierno "no puede rehuir el liderazgo en esta cuestión" y debe pasar de la "escenografía hueca" a los hechos.
Gaspar Llamazares criticó la "campaña interesada contra las pensiones públicas para ocultar la catástrofe de las pensiones privadas", Emilio Olabarría, del PNV, pidió que no se estigmaticen los fondos de pensiones privados, mientras que Carles Campuzano, de CiU, incidió en la importancia de aprobar reformas en esta legislatura. Corbacho le respondió que, en 2010, podrían llegar las conclusiones con un "consenso muy amplio", por lo que las reformas podrían concretarse en 2011.