Redacción Madrid. 3 de diciembre.

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró hoy que "hasta el mes de marzo será difícil ver las hormigoneras en la calle y la gente trabajando", y que no será hasta el segundo semestre del 2009 cuando la economía nacional comience a reactivarse, como consecuencia de las medidas articuladas por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis.

   A preguntas de los medios durante la rueda de prensa que ofreció junto con el presidente regional de Castilla-La Mancha, José María Barreda, Corbacho defendió que a pesar de las dificultades para hacer un diagnóstico, "las medidas van a tardar tiempo en tener una plasmación real".

   Así, el ministro achacó ese retraso al funcionamiento del Estado de Derecho: a pesar de la velocidad y el impacto de la medida adoptada por el Gobierno son necesarios 40 días para que sea efectiva, "y eso a pesar de que se ha tramitado carácter de urgencia", apostilló.

   Dicho esto, Celestino Corbacho reconoció que el mercado laboral, como consecuencia de ese retraso, se va a deteriorar "mucho", de tal manera que el paro seguirá en aumento en el primer trimestre del 2009, y que no será hasta el segundo semestre cuando la economía española comience a reactivarse.

   El ministro, que incidió en que es muy difícil que España no sufra las consecuencias de esta crisis que tiene carácter universal, habló de la situación que atraviesa el sector automovilístico. El país cuenta con fábricas "magníficas", cuyo prestigio en tecnología, diseño, y fabricación, es reconocido en el exterior, donde coloca el 80% de la producción.

   Dichas fábricas están haciendo ajustes, no porque hayan dejado de ser punteras, sino porque ha habido una contracción de la economía que ha repercutido en las ventas y en el mercado "y en eso no somos diferentes a Europa", explicó.

   A renglón seguido, el ministro criticó el "uso perverso, políticamente hablando", que se está haciendo de esta situación, diciendo que en España hay más paro que en el resto de Europa. "Pero todos somos responsables de ese modelo económico que en otro momento ha generado crecimiento y riqueza, basándose en la construcción", agregó.

   La aportación económica del sector de la construcción al PIB, explicó el ministro, fue muy grande, pues era la misma que en las economías de Francia y Alemania juntas, de tal manera que se construían 700.000 viviendas al año, que daban empleo a 1,5 millones de personas.

   "ANÁLISIS POCO RIGUROSO"

   "Pero este sector ha caído en picado, y de 700.000 ahora se construyen 200.000, y por ello debemos activar una política específica", afirmó Corbacho, quien defendió "no haber escuchado nunca un análisis tan poco riguroso, viniendo de quien viene, esto es, de aquellos que quieren ser" la opción de gobierno, matizó.

   Ante esta situación, prosiguió el ministro, el Gobierno ha adoptado una serie de medidas, aglutinadas en tres pilares. El primero de ellos, continuó Corbacho, pasa por salvar el sistema financiero, y para ello, "como nunca se ha había hecho antes, se han movilizado 250.000 millones de euros para dar confianza a los bancos".

   "Ahora hay que pedir a los bancos que no se apalanquen, que agilicen los préstamos de ese dinero porque el principal problema que presentan las empresas es la falta de liquidez", añadió.

   Otro de los pilares en los que se asienta esas medidas es una política activa para que a corto plazo genere la máxima oferta de empleo, dirigido sobre todo a la recolocación de los parados de la construcción.

   El tercer pilar del que habló el responsable nacional de Trabajo e Inmigración fue del Fondo Estatal de Inversión Municipal, y los 8.000 millones de euros, "del que aún no se alcanza a ver la magnitud".

   En esto, pesó más lo que Corbacho tiene de alcalde que de ministro, reconoció, pues según dijo, poniendo de ejemplo el que fuese su Ayuntamiento, "la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, tendrá en un solo año, los fondos que yo invertía en cuatro, y eso tendrá un efecto inmediato, sobre todo en las pymes".

   Por último, el ministro felicitó al Gobierno castellano-manchego por ser una comunidad que ha adoptado muchas medidas para hacer frente a la crisis, en especial las dirigidas a los emprendedores y los autónomos.

   LLUVIA DE MILLONES PARA C-LM

   Por su parte, José María Barreda defendió que el que mejor puede hablar de medidas para incentivar el empleo "es uno de sus inspiradores", destacando además que "en el espíritu de ese Real Decreto se nota que Corbacho fue antes cocinero que fraile", y de experiencia atesorada como alcalde sabe de las dificultades de los ayuntamientos, dijo.

   "Para Castilla-La Mancha el Fondo Estatal de Inversión Municipal, supone una lluvia de millones, pues dejará cerca de 350 millones  para todos y cada uno de los ayuntamientos", aseveró.

   Así, el titular del Ejecutivo regional habló de las cantidades que van a percibir las capitales de provincia. Albacete percibirá más de 29 millones de euros; 12,5 millones Ciudad Real; más de 9.300.000 el Consistorio conquense; más de 13 millones el de Guadalajara; Talavera de la Reina 15 millones, y el Ayuntamiento de la capital regional casi 14 millones.

   "Esta inyección económica es muy importante para generar puestos de trabajo", apuntó Barreda, quien se comprometió a realizar un "gran esfuerzo" para coordinar y rentabilizar esta financiación, adaptando otras que coadyuven.

   A renglón seguido, habló de la reunión que mañana mantendrá con los alcaldes, subdelegados, presidentes de diputaciones y representantes de la FEMP para coordinar las acciones a seguir, y "aunque no es la panacea universal, porque no existe, ni el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura, todos los alcaldes tratarán de aprovecharlo al máximo, aunque algunos con su voto en contra", apostilló.