Ayer regresé a Madrid desde Málaga en AVE. Una señora mayor le preguntaba a su nieto si los asientos estaban numerados. Posiblemente recordaba aquellos tiempos en que existían plazas que no estaban reservadas, y eran para el primero que se sentase. Delante de mi se ubicó una familia china compuesta por madre y dos hermanas que eran acompañadas por un niño de pocos meses y una niña de unos tres años. La niña no hacía más que quejarse y protestar. No la entendía, ya que hablaba en chino. Pero la madre encontró la solución. Con cariñosa atención la hizo una primorosa trenza que le rodeaba la cabecita- Aquello fué mano de santo. No volvió a rechistar en todo el viaje. Estaba claro que lo que la niña quería eran mimos y atenciones.
Todo este preambulo es válido para el tema taurino que voy a tratar a continuación. La tarde de lunes estuve en la Malagueta, nombre de la Plaza de toros malagueña. El cartel estaba compuesto por Matías Tejela, Alejandro Talavante y Daniel Luque. Tenía un interés especial en ver a Luque, al que no le había visto hasta entonces. Tiene 18 años. Tomó la alternativa en Nimes (Francia), en mayo del año pasado. El padrino fué El Juli, y testigo Sebastián Castella. No está nada mal. La temporada pasada ha actuado en 19 festejos cortando 30 orejas y 2 rabos. En la actual ha salido por la Puerta Grande junto a José Tomás en la Feria del Corpus de Granada. Y llagaba a Málaga después de haber conseguido muy buenas faenas en las ferias del norte, especialmente San Sebastián.
Ahora voy con lo del preámbulo. En referencia a los diestros que conpletaban la terna malagueña junto a Daniel Luque. Matías tejela y, especialmente Alejandro Talavante, no encontraron su sitio en ningún momento. El público, al igual que la niña china, protestaba poruqe ningunode los dos les daba el cariño que lerecía el respetable. Y talavante era para haberle mandado a la cama sin postre. ¿Qué le pasó al diestro extremeño?. Desde luego nada bueno. No es que le devolviesen un toro al corral al sonar los tres avisos. Es que en ningún momento estuvo por la labor. Desganado y con poco arrojo. Y Tejela tampoco hizo nada. El ganado, del que ahora comentaré, no ayudó. Pero, especialmente Talavente, tampoco hizo nada.
La ganadería era la de San Miguel. ¿Qué habrá hecho el santo para que le pongan su nombre a una cerveza y a una ganadería que dejó una impresión muy mala en Málaga?. Solo se salvó la presencia, en cuanto a pitones se refiere. Y el manejable tercero. El resto, de casi vergüenza.
Daniel Luque, en su primero, tercero de la tarde, el mejor del encierro, realizó una faena primorosa desde los lances de recibo. Con enjundia, toreria y alegría. Y con técnica destacada para ser tan joven de alternativa. En su segundo, bastante complicado, puso arrojo y mato muy bien. Un total de dos orejas. Si sigue en esa línea, con arte, valor y ganas, se oirá hablar mucho de Daniel Luque. Ya ha recibido su primera recompensa. Hoy vuelve a actuar en el coso malagueño susutituyendo al hijo de El Cordobés, que no se ha repuesto de un percance. Y lo va a hacer junto a Pepín Liria y José Tomás, que reaparece. Malaga taurina es un hervidero.